Adecuarse a la actualidad para que viva “el costumbre”

Aunque originalmente los días de baile del Carnaval Zoque Tuxtleco deberían ser domingo, lunes y martes, esto ha cambiado en el sentido de que, por motivos de la vida actual, los danzantes y músicos zoques no pueden faltar en ocasiones más de dos días a su centro de trabajo.

Es por ello que desde el año del 2009, tras hablarlo con Gonzalo Gurria, maestro de la danza, y Víctor Manuel Velázquez y otros integrantes, decidieron mover los días de baile, por lo que ahora se danza sábado, domingo lunes.

Víctor Manuel Velázquez, danzante quien esta vez salió a las calles, menciona que esto se debe a que los ejecutantes ya no son campesinos y sus centros de trabajo están en una oficina donde deben cumplir ciertos horarios.

Cuestionado sobre si esto desvirtúa la tradición, el danzante dijo que no, que al contrario, la refuerza, pues tienen un día más de presencia, además de que les permite continuar con la tradición de danzar, ya que hubo momentos que no se podía realizar dicho baile por la poca participación de las personas.

¿Esta es una manera de preservar las tradiciones? “De alguna manera sí, porque el gobierno hoy en día ya no le importa si se hace alguna celebración tradicional que para nosotros es importante, cosa distinta es lo que sucede en otros pueblos de Chiapas donde sí se inhabilitan los días”.

NAPAPOK ETZÉ

Se le puede llamar la danza de la Pluma de la Guacamaya, esta danza tiene sus orígenes prehispánicos combinados con la época colonial y la contemporánea.

Víctor Manuel expresa que “el baile en sí narra la creación de un mito de la naturaleza, sobre lo que es el sol; el penacho del carnaval significa el sol, son tres personajes: el sol lleva el penacho de pluma de guacamaya, que significa los rayos del sol; el segundo personaje es una niña que se llama ‘Lacandún’, que lleva una cofia o un gorrito que tiene cuatro espejos que simulan las cuatro faces lunares; y el tercer personaje son los hombres disfrazados de ancianas que llevan garabatos en sus manos y van haciendo travesuras a los que están viendo el baile”.

Agrega que “la danza se desplaza de barrio en barrio, de ermitas o iglesias de la capital, pues este mito obedece al ciclo de lo que es el sol y lleva los sones de carrizo que son 9, algunos son muy alegres y otros son muy tristes”.

Los recorridos son principalmente en los barrios de la capital, San Pascualito, El Cerrito, Los Milagros, San Roque, La Pimienta y San Francisco; son muy pocos los puntos donde participan puesto que son pocas las personas que realmente saben de la tradición.