Agendar el desarrollo

México es un país que tiene un enorme potencial de crecimiento. Contamos con las condiciones necesarias para crecer más y más rápido; tenemos el talento para forjar un futuro distinto y mejor. Un futuro donde los niños y jóvenes estén en condiciones de desarrollarse plenamente. Donde las empresas y los emprendedores cuenten con herramientas para invertir y conquistar nuevos mercados. Donde la ley se respete y cada familia viva con tranquilidad.

Ese es el México al que aspiramos los empresarios y el que queremos construir de la mano de toda la sociedad. Por esta razón, hace un par de semanas presentamos México Mejor Futuro: la agenda pública del sector privado.

Es una agenda de política pública, una visión de mejor porvenir para México, con crecimiento dinámico, inclusivo y productivo. Enmarcado en instituciones sólidas y en un Estado de Derecho que se extienda hasta cada rincón de nuestro país. Los empresarios queremos impulsar cambios para que ciudadanos y empresas inviertan en su propio futuro y el del país. Sólo de esta manera se logrará el crecimiento económico y social que merecemos los mexicanos: con un Estado de Derecho sólido que da certeza jurídica a la inversión y tranquilidad a los ciudadanos, una sociedad más participativa y mejor informada; donde cada mexicano sea motor de desarrollo y creador de riqueza.

La agenda coloca como base el Estado de Derecho, generar una cultura de cumplimiento de la ley y consecuencias para quien no lo cumpla. El respeto irrestricto de la propiedad pública, social y privada. Sobre esto, se proponen cuatro pilares fundamentales:

Construir una economía abierta, competitiva e incluyente. El camino al desarrollo está en finanzas públicas responsables con mercados abiertos, eficientes y bien regulados. El desarrollo va a venir del progreso de cada individuo. Que cada pequeño taller, fonda o panadería tenga las oportunidades para crecer sus negocios.

Generar mejores condiciones de bienestar. Necesitamos profundizar la transformación de la educación, construir mejores servicios de salud, certezas para el retiro de los trabajadores y una mejor y mayor disponibilidad de infraestructura y servicios públicos

Impulsar un gobierno eficiente y transparente. Tenemos que exigir una reingeniería del gasto público en el país, así como un verdadero compromiso de los tres órdenes de gobierno con la mejora regulatoria: menos trámites y más sencillos.

Fomentar la innovación y la productividad. Esto nos va a exigir destinar al menos 1.5% del PIB a investigación y desarrollo, crear un Sistema Nacional de Investigación y Desarrollo que sea autónomo y dirigir más fondos públicos a proyectos que involucren al sector privado y los centros de investigación. Debemos avanzar en las asociaciones entre sector público, privado y las universidades, mejor conocidas como triple hélice. Generar mecanismos de conexión y acceso en investigación aplicada para pequeños empresarios, que generen confianza y permitan retribuir a los investigadores y empresarios.

Esta agenda busca construir, sobre la base de la libertad, el futuro que queremos. Se trata de permitirle a la sociedad tomar su destino en sus manos. De proponer y construir, de dialogar y sumar. A eso le estamos apostando en el sector privado.

Tenemos que construir una agenda nacional, como mexicanos, poniendo por delante los ideales que compartimos y los objetivos que buscamos. Somos un país diverso, pero todos coincidimos en que queremos construir un mejor México para las siguientes generaciones.

Para ello tenemos que tomar, ahora, las decisiones que nos ayuden a construirlo. México enfrenta enormes desafíos pero no puede perder lo que ya se ha logrado.

Con esta agenda, de los empresarios y la sociedad, tenemos que impulsar políticas públicas de largo plazo. Soluciones responsable y viables a los problemas que tenemos. Si cada uno pone la parte que le toca, estoy seguro que un mejor país está a la vuelta de la esquina.