El oficial de Tránsito Municipal conduce una motocicleta. No parece nada anormal. Pero un ojo observador detecta la irregularidad. El policía va uniformado, el velocípedo está accidentado, lo escolta una patrulla y se dirigen a la base policiaca.
Todo fue tan rápido. Muy rápido que no dieron tiempo a nada ni a nadie para reaccionar. Cuando reporteros y paramédicos llegaron al lugar, ya no hallaron nada.
La motocicleta marca Honda tipo Cargo, color rojo sin placas de circulación, circulaba de oriente a poniente sobre el Bulevar Centenario del Ejército.
Al llegar frente a conocida tienda de conveniencia, de norte a sur sobre el Bulevar Tuchtlán, procedente del fraccionamiento Las Torres, salió un auto.
El automovilista no respetó la preferencia del motociclista y lo embistió. Testigos indicaron que llamaron al 911 para pedir una ambulancia.
Pero que los primeros en llegar a los tres minutos, fueron agentes de Tránsito Municipal que estaban en su base policiaca ubicada a escasos 200 metros del percance.
“A la velocidad de la luz levantaron la moto, al motociclista y se fueron a su base”, dijeron los testigos presenciales.
El motivo de su prisa es un misterio. Pero todo fue tan rápido que al llegar reporteros y paramédicos no hallaron nada ni a nadie.
Mientras un perito condujo la patrulla PC-515 de Tránsito Municipal, el otro se llevó la moto, montada.
“Lo bueno que saben manejar de todo, camiones, autos y motos”, dijeron los presentes.