“Albañil” cae de una barda

Un hombre cayó de una barda. Dijo que es albañil, pero ni él ni su “ayudante” estaban manchados de mezcla. Se abrió la cabeza. Fue auxiliado por Protección Civl Municipal. No lo trasladaron.

Es joven y muy delgado. Viste un pantaloncillo corto color negro, calza sandalias de plástico. En su brazo izquierdo tiene tatuajes con letras. Y en el rabillo del ojo derecho, tiene una lágrima tatuada.

Dice ser albañil. Y la vecina le cree. Los paramédicos, también. Es la mejor explicación para entender porqué estaba sobre la barda, de la cual cayó.

Al pie de la barda, en la avenida Baja California y calle Hidalgo, en la colonia Las Granjas, hay un montón de grava triturada, lo cual hace lógica la aseveración de la construcción.

Pero el presunto albañil no está sucio. No hay señales de mezcla, ni herramientas propias del oficio. Los tatuajes en su piel hace que la gente dude de sus palabras y especulen que éste iba a robar cuando cayó.

Aun así, sea o no albañil, el joven es curado. Tiene una herida abierta en la cabeza, a causa del golpe al caer desde unos cuatro metros.

Los paramédicos lavan la herida, la vendan y se retiran. No son policías ni agentes investigadores. La vecina se conduele del caído y lo cubre con una playera. Es católica. Frente a su casa está la capilla de la Virgen de Guadalupe. Y el amor se prodiga sin distinción de raza, color, credo, sexo o edad.