Durante los primeros 15 días después del parto, las mujeres pueden sufrir de fiebre puerperal, una de las infecciones provocadas por bacterias que producen inflamación en las madres, debido a las modificaciones en el cuerpo o por la cirugía de la cesárea, informó Jesús Briones Garduño, jefe del servicio de Ginecobstetricia del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”.

Esta infección se presenta en alrededor de 12% de las mujeres que tuvieron un parto, la cual es provocada por bacterias como estreptococos y estafilococos, hongos o virus que infectan el útero, la vagina y los riñones. Dolor pélvico, flujo vaginal anormal, elevación de la temperatura por arriba de los 38 grados centígrados que se mantiene por 24 horas, o fiebre recurrente por más de una semana, son los síntomas de esta infección.

Una de las causas para que se desarrolle esta enfermedad es la infección de vías urinarias durante el embarazo, o la ruptura prematura del saco amniótico. Después del parto inicia la etapa del puerperio, que dura alrededor de 40 días, en la cual se debe poner especial atención en síntomas como: incremento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, fiebre, hipotermia y cambios en la presión arterial.

Jesús Briones destacó que este periodo se divide en tres etapas: el puerperio mediato, que implica las primeras 24 horas después del nacimiento del bebé. En esta etapa la mujer debe descansar para recuperarse del esfuerzo realizado durante el trabajo de parto.

El puerperio inmediato transcurre desde los siete a 10 días después del parto, con cambios físicos como la expulsión de coágulos después del parto y la producción de la leche materna. El puerperio tardío abarca desde la sexta semana y hasta el día 45 después del nacimiento del bebé. Es un período de adaptación, de cambios físicos y emocionales en la mujer.