El joven estuvo ocho días en coma y cuando los médicos lo desahuciaron y pensaban desconectarlo, Alexis Iván abrió los ojos. Perdió el habla, el movimiento corporal, pero no las ganas de vivir. Sus manos quedaron crispadas, cerradas; pero las nuestras pueden abrirse para ayudar.
La puerta corroída por el óxido, símbolo del abandono, se abre. Es la avenida Cisne, número 331 de la colonia Los Pájaros; adentro, una mujer permanece al lado de su hijo postrado en el viejo sillón.
Todo de blanco, delgado, con el cabello largo, el joven inmóvil mira el televisor, está jugando su equipo: Los Pumas de la UNAM.
Un viejo televisor yace inservible, sobre el mueble carcomido por la plaga, a espaldas de Alexis. Una pequeña pantalla comprada con sacrificios es toda la diversión del joven paralizado del cuerpo, no de la mente ni del espíritu.
Alexis estaba terminando la preparatoria hace casi seis años, era un 15 de mayo del 2012, cuando se fue a dormir, de repente despertó con un grito, sus padres corrieron a verlo, estaba sentado, convulsionando y vomitando. No veía.
Lo llevaron al Hospital Regional, “Pero la atención era mala y mi hijo se estaba muriendo. Pagamos un sanatorio particular”, dice Araceli Gómez, la mamá de Alexis Iván.
Al no tener el dinero, prestaron, fueron ocho días en que les cobraron más de 40 mil pesos.
El que les dio el dinero prestado les pidió la casa como garantía, y al no poder pagarle, los echó a la calle.
Alexis estaba en coma, desahuciado por los médicos, pero al octavo día, cuando sugirieron a los padres que era mejor desconectar al joven, éste abrió los ojos.
Estaban felices por ello, Alexis recuperó la vista, pero no el habla ni la movilidad.
Desde entonces han pedido posada, ahora rentan un pequeño espacio.
Alexis estuvo asistiendo un tiempo al CRIT, pero por su edad ya no pudo seguir gozando de las terapias que en mucho le ayudaron.
Con sus ojos Alexis dice sí, moviendo hacia arriba y hacia abajo. Para decir no, apenas mueve unos tres centímetros su cuello a un lado.
Su madre lo carga para cambiarlo del sillón a la silla y viceversa.
Alexis era un buen jugador de fútbol y un excelente estudiante, tenía su novia, pero la trombosis cerebral de ese 15 de mayo cambió sus planes.
Alexis oye la conversación y ve el televisor, de repente lanza un grito que apenas se percibe,su equipo metió un gol, sonríe feliz.
Es de las pocas satisfacciones que la vida le regala tras la horrenda pesadilla en que se vio sumergido hace seis años.
Alexis utiliza pañal para adulto. Por el momento no está siendo tratado con medicamentos, pero requiere ayuda con despensas o efectivo.
“Somos muy pobres. Mi esposo trabaja de lo que halla, de peón de albañil, de cargador, de pepenador, poda árboles. A veces hay, otras veces no hay. Pagamos renta. Mi hija iba a la prepa, ya no pudo estudiar porque tuvo que trabajar, lo poquito que gana es para apoyarnos”, dice.
Araceli ruega la ayuda de los que puedan hacerlo “Alguien que tenga un terrenito chico, que nos lo dé en facilidades, para que no paguemos renta, si tiene una sillita pero que se haga cama, por favor”, dice.
Aferrada con fe y desesperación, pero con esperanza, Araceli da su número de cuenta en Oxxo: 4766 8402 4385 9993, su número de teléfono es 961 102 7489.
También suplica por un tratamiento de rehabilitación si alguien puede ayudarlo, pues el CRIT ayudó mucho al joven, que ya sonríe y mueve un poco el cuello.
Alexis Iván no puede estirar la mano para pedir nuestra ayuda, pero mueve sus ojos hacia arriba y abajo para avalar la petición de su madre.
Su equipo mete el segundo gol y Alexis Iván vuelve a festejar con un grito apagado y una sonrisa. Pumas le gana a Tigres. Alexis le gana la batalla al pesimismo. Tú y yo podemos derrotar al egoísmo y la apatía. Ayudemos por favor.
para ayudar
Contacto
Acudir a la Avenida Cisne número 331 de la colonia Los Pájaros. Número de cuenta en Oxxo: 4766 8402 4385 9993
Celular: 961 102 7489, Araceli Gómez (mamá) y / o Darinel (papá) 961 1170372.