Algarabía por rescate de niños y entrenador

Residentes de la norteña ciudad tailandesa de Chiang Rai salieron a las calles para celebrar el rescate de los 12 niños y su entrenador de fútbol que quedaron atrapados durante 18 días en una cueva inundada del complejo de Tham Luang.

Con gritos de júbilos o tocando las bocinas de sus autos, familias enteras inundaron las principales arterias de Chiag Rai para expresar su felicidad por el rescate de los menores y su agradecimiento a los rescatistas, después de seguir por tres días el dramático rescate a través de la televisión.

“¡Son nuestros héroes!”, gritaban hombres y mujeres de todas las edades, algunas de ellas con lágrimas en los ojos de felicidad por el milagroso rescate de todos los niños, que mantuvo a los tailandeses por largas horas pegados a su televisiones, computadoras o celulares para estar atentos del rescate.

La operación para extraer a los 12 niños y su entrenador de las entrañas de la cueva concluyó poco antes de las 20:00 horas locales de este martes, después de que la Armada de Tailandia confirmó que todo el equipo de fútbol y su entrenador habían sido sacados a salvo.

Los 12 niños y su entrenador asistente, Ekkapol Janthawong, quedaron atrapados desde el 23 de junio pasado, mientras exploraban el complejo de Tham Luang, después de la práctica de fútbol, debido a una intensa lluvia, que inundó los túneles por donde ingresaron.

Después de una semana de intensa búsqueda, un equipo de buzos británicos encontró a los 13, hambrientos y acurrucados en la oscuridad en un banco fangoso en una cámara de la cueva, parcialmente inundada a varios kilómetros dentro del complejo.

En una conferencia de prensa, el jefe de la operación de rescate, Narongsak Osottanakorn, celebró esta noche el éxito de la misión y agradeció a los expertos rescatistas buzos, nacionales y extranjeros, así como a los miembros del Ejército tailandés que apoyaron.

El funcionario aprovechó la ocasión para honrar a Saman Kunan, un suboficial de la Armada fallecido el viernes pasado después de llevar tanques de oxígeno a una de las cámaras de la cueva. ”Es nuestro verdadero héroe ... nos gustaría llamarlo el héroe de Tham Luang”, dijo Narongsak.