Alistan plan de rescate del cacao

La falta de apoyos institucionales y el embate de la plaga de la moniliasis hicieron que en la última década se perdieran unas 15 mil hectáreas de cacao en México, generando que la producción cayera en más del 50 por ciento al pasar de 50 mil a menos de 25 mil toneladas, teniendo que importarse más de 63 mil toneladas anuales del grano.

Ante ese panorama, se impulsa un programa para la renovación de cinco mil hectáreas y, para ello, fue presentado ante la Cámara de Diputados una propuesta para que se destinen 200 millones de pesos en el 2017 que permita desarrollar al mismo y poder apoyar a los pequeños productores.

En el marco de la XXXVIII Convención Anual de la Asociación de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco), se dejó establecido que para sacar adelante a ese sector se han sumado instituciones gubernamentales, de investigación, industriales y productores.

El director de Innovación y Transferencia de Tecnología de la Subsecretaría de Agricultura de la Sagarpa, Alfredo Zamarripa Colmenero, dejó establecido que se requiere de un nuevo plan integral para el rescate del cultivo del cacao que incluye la renovación con plantas de variedades certificadas, con calidad, paquetes tecnológicos y respaldo técnico para los productores.

Aclaró que en este programa se incluye darle impulso a las variedades criollas y los cacaos finos de aroma, entre ellos Real del Soconusco, por su riqueza genética y su alto valor en el mercado mundial.

Rescate

Reconoció que la plaga de la moniliasis ha mermado la producción del grano que sumado a muchos años de bajos precios, orilló a muchos agricultores a cambiar de cultivo y tirar sus plantaciones, ante lo cual se tiene que rescatar.

Tabasco y Chiapas son los principales productores de cacao del país con 98 por ciento de la producción, por ello se impulsará con mayor intensidad la renovación de plantaciones viejas por nuevas, pero con variedades certificadas por instituciones de investigación.

En ese sentido, mencionó que el Instituto Nacional de Investigación Pecuaria, Agrícola y Forestal (Inifap) en su centro de Rosario Izapa del municipio de Tuxtla Chico, cuenta con un banco de germoplasma que incluye las diferentes variedades, entre ellas las criollas nativas.

“Se tiene que trabajar en el rescate de los cacaos finos de aroma que tienen un alto valor”, insistió al tiempo de señalar que también se plantea el cuidado de la biodiversidad en virtud a que es un cultivo que se acompaña de otras especies, entre ellos el mamey, plátano, mango y pataste.

Consideró que la coordinación entre instituciones, industria y productores será fundamental en alcanzar resultados lo más rápidos posibles y empezar a recuperar la producción que llegó a ser de 50 mil toneladas anuales, mientras que ahora se calcula que está en unas 25 mil.