“La presencia de asentamientos humanos representa la mayor amenaza para la conservación de la Selva Lacandona, reducto natural que ha perdido más de un millón de hectáreas”, advirtió Julia Carabias Lillo, integrante de la organización ambientalista Natura Mexicana A.C.
La exsecretaria de Medio Ambiente dijo que la Selva Lacandona ha perdido en todos estos años tres cuartas partes de su superficie original, al pasar de un millón 800 mil hectáreas a solo 520 mil hectáreas, muchas de éstas resguardadas como áreas naturales protegidas.
“Hoy estamos hablando que quedan en la Selva Lacandona 520 mil hectáreas reservadas como áreas naturales protegidas, siete en total, en donde hay fragmentos muy importantes en sus alrededores que pertenecen a distintos ejidos que están siendo apoyados por el programa de Pago por Servicios Ambientales “, indicó la ambientalista.
Carabias Lillo se mostró preocupada por el futuro de la Selva Lacandona, principalmente de aquellas áreas que están sujetas a conservación a través del programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) que encabeza la Conafor, toda vez que este año se le redujo de manera significativa el recurso que se le destina para su protección por parte de las comunidades que están involucradas en su protección.
“En este año el programa recibió un revés, toda vez que disminuyó el apoyo a cada una de las hectáreas. Los campesinos rápidamente lo resienten. Varios ejidos nos dicen que con esas nuevas condiciones en el cambio de reglas de operación no quieren entrarle, y esto va implicar una deforestación, porque si se deja de pagar por conservar, la gente en su lógica va seguir tumbando y eso sí genera un riesgo muy importante”, indicó.