A Angelina le ha vuelto a tocar tomar una difícil decisión que trastocaría su vida por completo. De nuevo ha sido para proteger a sus propios hijos. Si hace un par de meses tomaba decidió separarse de Brad Pitt, algo que cambió su vida para siempre, ahora ha tenido que despedir a su propio hermano.
La actriz confió el cuidado de sus hijos a su hermano, quien debía controlar que todas las necesidades básicas de sus seis sobrinos —Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Vivienne y Knox— estuvieran cubiertas y que no surgieran problemas domésticos que requiriesen la intervención de sus padres.
Tras su separación, James fue uno de los pilares fundamentales en la vida de la actriz, dado que no solo le ofrecía su apoyo como hermano sino que también hacía las veces de niñero.
Hasta ahora, porque se acaba de quedar sin trabajo al verse desbordado por todo el esfuerzo que supone cuidar a seis niños de distintas edades y que están atravesando un difícil momento.
Después de poner punto y final a su matrimonio con Brad Pitt, supuestamente por el bien de sus hijos, dado que veía mermadas las capacidades de su esposo para hacer frente a su labor como padre por sus supuestas adicciones y su incapacidad de controlar la ira en momentos de estrés.
Angelina ha tardado, pero finalmente se ha dado cuenta de que este trabajo no estaba hecho para su hermano. “Le encantaba pasar tiempo con sus sobrinos y sobrinas, pero era un trabajo duro y estaba absolutamente destrozado. Estaba mal, la situación le sobrepasó”, asegura una fuente cercana a la actriz a la revista Grazia, que asegura que esta decisión no fue fácil para Angelina, “porque siempre ha estado muy unida a su hermano y esto seguro que genera ciertas rencillas entre los dos”.
“Su trabajo era estar allí las 24 horas del día por si alguno de los niños se despertaba durante la noche y para lidiar con las niñeras si tenían algún problema. Estaba prácticamente manejando la casa por completo y se volvió algo agotador física y psicológicamente”, señalan.
Algo que ya sabía la actriz, que tiene que contratar una horda de niñeras para que la ayuden en el cuidado de sus pequeños y, tras despedir a su hermano, deberá ponerse de nuevo a buscar una ayuda de confianza.