“Con el objetivo de prevenir inundaciones y evitar desastres en centros de población durante la presente temporada de lluvias y ciclones tropicales 2015, actualmente se lleva a cabo un responsable desfogue y vaciado de las presas de la entidad”, puntualizó Rodrigo Guadalupe Paredes, jefe de Hidrometeorología del Organismo de Cuenca Frontera Sur (OCFS) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En entrevista, señaló que el sistema hidroeléctrico del Grijalva, al cual se le da diariamente un seguimiento puntual, se encuentra en óptimas condiciones, esto debido a que desde principios de año se ha realizado de forma integral un permanente vaciado de las presas, mismo que se prevé concluya el 1 de septiembre, considerando el nivel de precipitaciones que se presenten durante la temporada.
Informó que los últimos reportes, indicaron que la Central Hidroeléctrica Belisario Domínguez, mejor conocida como presa La Angostura, que se encuentra aguas arriba, actualmente está al 68 por ciento de su capacidad, es decir nueve metros por debajo del Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO).
Se le inició el vaciado desde enero de este año y la meta es que al 1º de junio siga disminuyendo su nivel hasta un 67 por ciento, por lo que únicamente descenderá un punto porcentual, mismo que tenderá a incrementar en próximos meses, esto dependiendo la cantidad de precipitaciones.
En el caso de la Central Hidroeléctrica Manuel Moreno Torres o Chicoasén, se mantiene hasta el momento con un 97 por ciento respecto a su capacidad, la cual –dijo– es una presa de paso, cuyo vaciado no es tan fundamental durante el año.
La Central Hidroeléctrica Malpaso o Nezahualcóyotl, a la fecha se encuentra al 77 por ciento de su capacidad, que es aproximadamente diez metros debajo de su NAMO, donde también se están llevando a cabo trabajos de vaciado, que se prevén concluyan el 1 de septiembre reduciendo el nivel hasta un 70 por ciento, por lo que se busca que descienda aún 2.89 metros.
Finalmente, mencionó que en la Central Hidroeléctrica Ángel Albino Corzo o presa Peñitas, se tiene un desfogue promedio semanal de 900 metros cúbicos por segundo (m3/s), refiriendo actualmente una capacidad del 62 por ciento.
En este sentido, el especialista puntualizó que el vaciado de esta presa es fundamental, ya que las aguas que libera llegan directamente a la cuenca del bajo Grijalva, principalmente al estado de Tabasco.
Guadalupe Paredes recordó que con base en los datos históricos de la Conagua, junio es el mes más lluvioso del año en Chiapas, por lo que el incremento de las precipitaciones impacta directamente en la capacidad de las presas, cuyos desfogues son determinantes para evitar dos situaciones: que se desborde el agua y se permita el flujo del vital líquido a las comunidades que lo requieren.