Aplastado por huir de un perro

Desde pequeño le tuvo pavor a los perros. Al parecer fue mordido una vez. Y el trauma revivió mientras caminaba por la colonia Bienestar Social. Perseguido por sus miedos y por el can callejero, el joven huyó sin medir las consecuencias. Fue aplastado por un auto.

Se llama Samuel Gómez Rojas. Tiene 25 años de vida y casi los mismos de acumular miedos, complejos, que devienen por observar, vivir, sufrir en carne propia la complicada trama y urdimbre de la vida.

Ayer, con una pesada carga emocional, Samuel casi arrastraba los pies mientras caminaba sobre la calle Santa María y avenida Revolución de la colonia Bienestar Social.

Pero sus pies, antes de “plomo”, se volvieron de “algodón”, al escuchar un ladrido. Era un perro enorme que salió de una casa aledaña y enfilaba contra el aterrado transeúnte.

Samuel reaccionó ante la fuerte descarga de adrenalina. El perro detectó el temor y lo siguió.

Volteando a ver al perro, Samuel dejó de ver su camino y se internó a media calle, la cual está habilitada en doble circulación por la obra vial en la calle Pensil.

En ese momento de sur a norte, apareció la camioneta marca Ford tipo Ranger, modelo 2010, color gris plata, sin placas de circulación.

La unidad con permiso de circulación 6824, en Ixcateopan de Cuauhtémoc, Guerrero, iba a embestir al peatón. Pero el automovilista viró el volante y libró el impacto.

No obstante, la llanta delantera del lado derecho aplastó e pie izquierdo de Samuel. El perro se había ido.

La camioneta se movió. El conductor pidió una ambulancia. Llegó al unidad PCAC-01 de Protección Civil Municipal al mando del paramédico Alejandro Moreno.

Tras brindar los primeros auxilios al joven, la ambulancia se retiró. No ameritaba traslado. Tras recibir una remuneración económica, Samuel se fue por su propio pie.