Arbey Rivera y sus Apuntes de ventana

Arbey Rivera, concede a la prensa de la editorial Surdavoz estos Apuntes de ventana para un muro, en los cuales se da a la tarea de reunir un abanico de temas e inquietudes que hablan de una nueva forma de constancia literaria: no la del proyecto cincelado con frenética paciencia, sino la de la escritura espontánea y libre, en la que el autor no se ciñe a un molde específico: “más bien permite que su voz se amolde a la realidad para verter claridad sobre sus caóticos afluentes”; escribe Fabián Rivera, director del sello editorial que publica la citada plaqueta.

El poeta, pintor y promotor cultural que reside en Comitán de Domínguez publica esta edición, que contiene una veintena de poemas escritos de manera aislada a partir del año del 2010, los cuales según la opinión del autor delinean el recorrido humano del escritor con sus adioses y bienvenidas.

El escritor sostiene que los poemas que componen el libro fueron concebidos en distintos momentos y que son textos que nacieron sueltos, sin ningún afán de construir un poemario en determinado momento: “más bien surgieron como esos apuntes cotidianos en los que de alguna manera retomaba cierta emoción de ese instante, cada poema tuvo su proceso creativo algunos tardaron más que otros, algunos incluso terminaron de pulirse poco antes de que se decidiera publicar el libro”.

Arbey dice que una de las particularidades de este libro es que usa cantos cortos para expresarse, algo distinto a los otros textos que ha publicado, en otros libros tiene poemas de varios cantos, en donde cada fragmento tiene su propia independencia.

Cuestionado sobre si el título del libro es parte de uno de los poemas que integran el poemario, él dijo que no, que hay otros poemas que hablan mucho del muro o de una ventana y que no están en este libro, esto debido a que le gustan mucho las ventanas, pues cree que es un espacio por donde uno puede mirar hacia adentro o hacia afuera.

La portada del cuarto número publicado por la editorial de Fabián Rivera, se ilustra con un cuadro de Arbey Rivera llamado El pensamiento de Theo Thoy, un cuadro originalmente elaborado en acrílico sobre papel en el 2006, por lo que el autor explica el por qué: “Desde que creé el cuadro supe que ilustraría alguno de mis libros al igual que el título del libro”, por lo que cumplió con este nuevo título.

Agregó que decidió apostarle a la editorial de Fabián, debido a que conoce el amor por el trabajo y el libro y sobretodo por que deseaba abonar al sueño de Fabián de tener su propia editorial.