Arrepentida de hacer caso a consejos

Si pudiera dar marcha atrás, Salma Hayek haría oídos sordos al consejo que le dio en su día Robert Rodríguez —el director que le ofreció su gran oportunidad en el cine con Desperado—, animándola a que no utilizara dobles en sus películas para ganarse el respecto de sus compañeros de profesión, una filosofía de trabajo que ha acabado pasándole una dura factura.

“Siempre he hecho mis propias escenas de acción porque la primera vez que trabajé con Robert me hizo sentir que si no las hacía, la gente me miraría muy mal en este negocio. Por supuesto, ese no es el caso, pero eso es lo que yo pensaba.

“Robert está loco, siempre quiere hacerlo todo él solito. Si pudiera, rodaría las escenas de riesgo por sus actores. Tiene demasiada energía. Y por tanto, hace que te sientas mal si tú no haces lo mismo”, explicó la mexicana en una entrevista al portal Den of Geek.

En consecuencia, a lo largo de los años, la actriz ha ido sumando lesiones en distintos sets de rodaje que ahora le provocan una serie de molestias completamente innecesarias. Por esa razón, en su última película de acción, la comedia The Hitman’s Bodyguar, no lo pensó dos veces antes de delegar las tomas más arriesgadas a un profesional.

“Me lavaron el cerebro, y siempre hacía mis escenas. Me arrepiento, y mucho, porque ahora tengo dos hernias discales, una vértebra dislocada... Tengo muchos problemas de salud por esa razón. Y tengo que reconocer que es una estupidez. Evidentemente, ahora soy mayor y más sabia, y si digo que no voy a hacer algo, no lo hago. Así que en esta ocasión contrataron un doble para mí: ya le conocía, hemos trabajado juntos antes y es una leyenda. Los productores me dijeron que le habían contratado porque no pensaban que yo quisiera hacer todas esas cosas, y lo único que consiguieron fue hacerme sentir muy vieja”, lamenta la estrella.