Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, envió su mensaje de año nuevo deseando que el 2018 sea de lo mejor, siempre con una actitud positiva.
Puntualizó que para México y en especial para la entidad será un año de elecciones, el cual tiene que ser mejor, sobre todo si se toma conciencia del papel que se juega en la participación ciudadana para no ser engañados, ni buscar intereses personales o de algún partido político.
“Busquemos el bien común, busquemos el bien de México y, ¿saben qué?, a veces da tristeza que por las elecciones en vez de unirnos como pueblo que busca el bien común, nos desunamos y peleemos unos con otros, da tristeza.
“Por esto, seamos responsables y que nadie de nosotros traicione su conciencia, que nadie de nosotros venda su conciencia y su voto, que no vendamos nuestro voto por un pedazo de pan, o por una despensa o por una falsa promesa, recuerda: lo más sagrado de ti y de mi es nuestra conciencia”, resaltó monseñor.
Invitó a que este año nuevo que trae elecciones cada uno de nosotros sea protagonista del bien común.
“Mis queridos hermanos, quiero compartirles el mensaje de Año Nuevo con la oración de bendición que quiere Dios para su pueblo, que encontramos en el Libro de los Números, en el capítulo 6, versos del 24 al 26 y dice así: ‘Que Dios te bendiga y te guarde, que ilumine el Señor su rostro sobre ti y te sea propicio, que el Señor te muestre su rostro y te conceda la paz’”, agregó Martínez Castilla.
El prelado envió una bendición a cada familia y recordó hacer de este año nuevo un 2018 verdaderamente diferente cambiando de actitud.
“Feliz Año Nuevo quiere decir comprometernos a construir juntos un año nuevo, que Dios les bendiga en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Hagamos juntos un nuevo año de la mano de Dios”, agregó.
Señaló que es necesario construir un año en la paz, y recordó que por esto el papa Francisco, en la 51 Jornada Mundial por la Paz, nos dice que los migrantes y refugiados son hombres y mujeres que buscan la paz y el papa nos invita a que nosotros tengamos una nueva actitud, unos nuevos ojos, un nuevo corazón y unas nuevas manos hacia nuestros hermanos migrantes y refugiados.
“A eso nos invita el papa Francisco, nos invita a que tengamos una nueva actitud, es decir unos nuevos ojos, un nuevo corazón y unas nuevas actitudes, unas nuevas manos y pies para ir al encuentro de nuestros hermanos migrantes y refugiados”, concluyó el arzobispo de la capital chiapaneca.