Asaltado y arrojado a barranco

“¡Disculpe! ¿Se llama usted Roberto? ¿Vive en Santa Ana? ¿Asiste usted a la iglesia de la virgen Inmaculada?” La respuesta es sí a todo.

La mujer grita entonces “¡Es el hermano Roberto! hay que avisarle a su familia”.

El hombre fue asaltado y arrojado a un barranco desde cuatro metros de altura. Estuvo ocho horas sin poder moverse, hasta que fue descubierto.

La pregunta para algunos fue: ¿Qué hacía el hermano Roberto a esas horas y por esos lugares?

Migdalia salió a barrer la calle frente a su local comercial. Era las 9:15 de la mañana. Recogió las hojas secas y cuando las iba arrojar al barranco observó a un hombre tirado, que se quejaba.

Asustada le gritó. El hombre apenas pudo responder y pidió auxilio.

Migdalia habló al 911 y llegó a los pocos minutos una patrulla de la Policía Municipal.

El comandante constató la emergencia y activó su radio Matra para pedir una ambulancia.

Con mucha dificultad, los paramédicos descendieron a la barranca para auxiliar a José Roberto Velázquez Hernández, de 49 años de edad.

Dijo tener su domicilio en la calle Francisco Grajales de la colonia Santa Ana.

No manifestó si caminaba por la zona o si fue llevado por alguien, pero sí dijo que lo asaltaron y que lo arrojaron a ese lugar.

Fue alrededor de la una de la mañana de este domingo, cuando Roberto cayó al fondo del barranco, desde unos cuatro metros.

Su rostro dio contra unas piedras. La sangre manchó las rocas y pasto seco del lugar ubicado sobre la Calzada Señor del Pozo, entre Santa Cruz y Avelina Hernández, en la Rivera Cerro Hueco.

Sin poder moverse, Roberto permaneció allí tirado, hasta que Migdalia salió.

Con mucha dificultad, Roberto fue sacado a la carretera y subido a la ambulancia. Lo internaron en el hospital del ISSSTE.

La pregunta para algunos fue: ¿Qué hacía el hermano Roberto a esas horas y por esos lugares?