Sentados bajo la sombra del toldo del pasillo principal de Hospital Pediátrico de Tuxtla Gutiérrez, una joven pareja espera desde hace ocho meses la recuperación de su pequeño Jonathan Díaz González, que a sus dos años no ha podido vencer al cáncer en la sangre por la falta de plaquetas.
Ambos, de tez morena, un tanto quemada por la exposición prolongada al sol, originada por trabajar en el campo; Juan Rutber Díaz Ruiz y su esposa son la viva imagen de quienes “viven y mueren abajo”, como se ha referido el subcomandante insurgente Marcos a las familias pobres y rurales de Chiapas.
“Tenemos más de ocho meses en el hospital, mi niño padece la enfermedad del cáncer, la leucemia. Nosotros lo que necesitamos es la donación de plaquetas porque debemos como ocho unidades, lo que es demasiado”, narró con voz baja y pausada el padre del menor.
Por si fuera poco, Juan también comentó que ha llevado al Hospital Pediátrico a 14 personas para donar, todos de su localidad El Horizonte, municipio de Chiapa de Corzo, en los límites con Soyaló, pero ninguno de ellos pasó las pruebas de salud, las cuales considera muy estrictas.
Ante la falta del suministro de plaquetas, el pequeño Jonathan recientemente fue entubado debido al deterioro de su salud; los candidatos a ser donadores se les han acabado y ahora no saben qué hacer.
“La mera verdad ahora no sabemos cómo hacerle, yo he donado dos veces y desgraciadamente no he podido pasar otra vez. Quiero donar una vez más pero ya no puedo. Quisiera pedir si existe una persona que nos pudiera apoyar con eso, con las plaquetas”, enfatizó con la voz quebrada.
Se necesita de una unidad de plaquetas mes con mes, para así comenzar un tratamiento estable y necesario para que el pequeño de dos años comience a combatir el padecimiento canceroso.
Aunado a este problema, la joven pareja tiene que lidiar con los gastos de alimentación y transporte las veces que sean necesarias, pertenecer a la clase de escasos recursos les complica su estancia en esta ciudad capital.
“Yo me dedico al campo donde se gana poco, normalmente obtengo unos 80 pesos diarios, por el momento no tenemos nada. Lo bueno es que nos apoyan con el albergue, donde nos dan un poco de comida y hospedaje”, agregó.
Jonathan ingresó al nosocomio desde el 23 de mayo del 2016, pero a finales del año pasado su salud se vio complicada. Sin enbargo, a raíz de que fue entubado ha mejorado poco a poco.
El padre mencionó que afortunadamente el hospital ha suministrado los medicamentos necesarios, por lo que urgentemente requiere de unidades de plaquetas.
Debido a este problema, Juan Rutber y su esposa se encuentran desempleados ya que su pequeño requiere de atención, y nada les importa más que la recuperación de su hijo Jonathan.
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Celular: 961 250 29 98