Ataque contra mezquita deja tres muertos

Al menos tres muertos y 50 heridos ha dejado la explosión de dos bombas en una mezquita de la ciudad de Bengasi, en el noreste de Libia, según los primeros reportes sobre el ataque que aún no ha sido reivindicado por ningún grupo.

El atentado se registró durante las oraciones del mediodía de este viernes en la mezquita de Saad Ben Obadah, en el distrito de Majouri, en Bengasi, la segunda ciudad del país y escenario de una prolongada batalla entre el autoproclamado Ejército Nacional Libio (ENL) y una serie de milicias islamistas locales.

Al parecer los dispositivos explosivos fueron escondidos en bolsas y éstas colocadas en las puertas del santuario para, posteriormente, detonarlos a control remoto con teléfonos móviles, sugirieron responsables de seguridad en esa localidad libia.

Mutaz al-Mu’tri, vocero de la dirección de seguridad de Bengasi, indicó que entre 50 y 60 personas resultaron con heridas de diverso grado a consecuencia de las explosiones, por lo que fueron trasladadas al hospital Al Jalaa de la ciudad.

Hasta el momento ninguna milicia o grupo extremista ha asumido la responsabilidad del atentado, pero un ataque similar perpetrado el mes pasado fue atribuido por funcionarios locales a “células islamistas durmientes” en la ciudad.

La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) condenó rápidamente el ataque, calificando los informes de víctimas civiles como “profundamente inquietantes”.

“Los ataques directos o indiscriminados contra civiles están prohibidos por el derecho internacional humanitario y constituyen crímenes de guerra”, dijo la UNSMIL en una publicación en la red social Twitter.

“Este acto atroz no debe proporcionar una justificación para los ataques de venganza. Las investigaciones prontas e imparciales deben llevar a los perpetradores ante la justicia”, precisó.

El ataque de este viernes se produjo semanas después de que un doble atentado con coche bomba frente a la mezquita de Bair Radwan en Bengasi causó la muerte de al menos 35 personas y dejó más de 50 heridos, incluidos funcionarios de seguridad.