Católicos de la parroquia de Chenalhó, agrupados en el Pueblo Creyente, pidieron la intervención de diversas autoridades para que sean cerradas las cantinas y los expendios de aguardiente en ese municipio.
“Las consecuencias del consumo de alcohol son desastrosas como suicidios por beber productos químicos, fallecimientos, accidentes carreteros y separación de parejas”, entre otras, agregaron los feligreses.
Dijeron que en días pasados, perdió la vida el indígena Miguel Gutiérrez Gómez, de la comunidad de Yabteclum, al caer al piso en estado de ebriedad.
“En nuestra reunión de catequistas analizamos que las bebidas embriagantes han destruido familias y vidas humanas”, subrayaron, al tiempo de informar que en la cabecera municipal existen 21 cantinas, tres restaurantes y dos abarroteras.
Los católicos exigieron que se cumpla el acuerdo firmado con anterioridad, por las 94 comunidades del municipio, porque en lugar de que los dueños de cantinas y puestos de venta de alcohol acaten los acuerdos, se han multiplicado los expendios, además que los cantineros comenzaron a contratar a muchachas como meseras, con el objetivo de que su negocio sea más atractivo para los hombres.
Señalaron que el pasado 13 de junio, un grupo de mujeres organizadas pidieron a las autoridades que exijan la salida de las personas de San Juan Chamula, quienes venden alcohol en las calles y comunidades de Chenalhó.
Manifestaron que el documento fue entregado a los cantineros y expendedores de aguardiente y algunos lo recibieron sin ningún problema, pero otros mostraron un comportamiento agresivo, insultando a las mujeres, a las autoridades y dijeron que van a seguir vendiendo alcohol.
Agregaron que por ello, el pasado 20 de junio, los jueces fueron a supervisar si los vendedores de alcohol respetaron el documento, pero no ocurrió así, sino que volvieron a vender.
“Queremos dejar claro que los creyentes católicos y el grupo de mujeres organizadas no estamos en contra de la cultura tsotsil, ni de las fiestas patronales, pero no estamos de acuerdo que los encargados de organizar las fiestas vendan alcohol, pues sabemos que mucho antes de las fiestas no se usaba ni vendía alcohol, porque los cargos y las fiestas patronales son sagrados”, afirmaron.