Atropellado por taxi cuando iba por medicina

Se llama Martín. Sufre de soledad rodeado de familiares y vecinos. Y a menudo busca vías de escape a su dura realidad: se emborracha. Ayer iba en busca de medicina y fue atropellado. Nadie lo acompañó en la ambulancia… Y su familia vive a dos cuadras.

La ambulancia se aleja y la gente se compadece de el paciente que va a bordo de ella. “Pobre Martín. Apenas en la mañana convulsionó”, dice una mujer.

“¿Cómo, le da ataques?”, inquiere la otra. “No, no es eso. Se puso mal de tanto tomar y hasta convulsionó”.

El comunicador pregunta curioso si Martín es indigente. “No, tiene familia. Pero como si no la tuviera”, añade.

Martín vive en la Calzada Caminera. pero tiene familia en la 15ª Sur y 14ª Oriente, en la colonia Maldonado, al Sur Oriente de Tuxtla Gutiérrez.

La noche del domingo lo enviaron a comprar medicinas en una farmacia, pero él prefirió ir a visitar a sus parientes.

Caminaba sobre la 14ª Oriente y 14ª Sur, cuando al parecer un taxi (eso dice la vecina que alcanzó a oír el grito) lo embistió y huyó.

Martín quedó boca abajo. Con el rostro lastimado, los labios reventados. La sangre brotó.

No pudo hablar por la borrachera el dolor y el aturdimiento del golpe.

La vecina volvió a gritar. Esta vez para advertirle al colectivero que Martín estaba tirado. Por poco y era rematado por el colectivo. Entre varias personas lo orillaron. Y llamaron al 911.

Al lugar arribó la ambulancia 264 de la Cruz Roja Mexicana. Tras brindar los primeros auxilios, los paramédicos subieron a Martín a la unidad de emergencias. Y surgió la pregunta: “¿Quién irá con él? ¿Quién se hará responsable?”.

Y nadie llegó. Se confirmó así la aseveración de los vecinos. Martín vive solo, rodeado de gente. Y quizá por eso busca su vía de escape.