Canasta básica no concuerda con salario mínimo

La canasta básica tiene una costo mensual que oscila entre los mil 800 y los 3 mil 200 pesos, mientras que el salario mínimo mensual es de 2100 pesos.

Cuando se legisló la homologación de este último no se tomó en consideración a la canasta básica y esto fue un gran error que debe remediarse en la opinión del economista, docente e investigador de la Escuela Bancaria Comercial (EBC) Campus Chiapas, Sergei Lizama Ruíz.

El docente e investigador detalló que no hay suficientes fuentes de empleo, la inflación es constante y el salario mínimo es insuficiente, esto deriva en que el poder adquisitivo de las familias mexicanas, chiapanecas, es cada vez menor.

Tomando como modelo tres ciudades representativas de cada entidad federativa (en el caso de Chiapas, se consideró a Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Tapachula), se votó por un salario mínimo homogéneo pero sin considerar la canasta básica. Esto fue un grave descuido por parte de los legisladores si se considera que estos dos elementos deben ir a la par: el salario mínimo debe fijarse con base en que cubra el costo de la canasta básica pero no lo cubre.

La canasta básica está pensada en cubrir los gastos de ocho rubros indispensables: alimentación, bebidas, vestimenta, calzado, vivienda, servicios, transporte y esparcimiento, pero el salario mínimo apenas alcanza para cubrir la alimentación.

Por su parte, la alimentación comprende el sustento de dos adultos (padre y madre), un adolescente y dos niños, pero abunda en productos de escasos nutrientes y apenas contempla otros ricos como las carnes, lo que hace pensar que no se consultó a especialistas en nutrición como se supone.

A esto se suma el hecho de que los productos contemplados, entre los que destacan leche, atún, galletas, sardina, aceite vegetal comestible y sal de mesa son de marcas económicas, lo que indica que no solo hay poco empleo y poco salario, sino que además los productos que se contemplan para la mesa del chiapaneco son de ínfima calidad.

Lizama Ruíz concluyó al considerar estos factores que en primer instancia hace falta homologar los precios de los productos contemplados en la canasta básica porque en razón de empresas y canales de distribución éstos tienden a variar, y después emparejar el salario mínimo en virtud del costo de la canasta básica, contemplando además los rubros restantes.