La actriz Carey Mulligan dice que solía llorar después de los eventos de alfombra roja y odiaba dar entrevistas. Mulligan, de 32 años, se sentía increíblemente incómoda bajo los reflectores y estaba aterrorizada por el circuito de premios, pero en estos días ella trata de verlo como algo “divertido” y le gusta mucho más.
“Odiaba todo, las entrevistas, las alfombras rojas. Llegué al final de una alfombra roja y comencé a llorar. Me sentía tan incómoda. Me costó mucho y fue un entorno extraño con el que me sentí completamente desquiciada”, relata en entrevista.
“En estos días todo es divertido, esa es la única forma de tomarlo. Algo así nunca me daría miedo ahora de la manera en que lo era antes”, agregó la actriz de Mudbound.
Mulligan dice, asimismo, que le gusta trabajar en cintas que tocan temas incómodos. “La película tiene una capacidad extraordinaria para hacernos mirar las cosas que nos hacen sentir incómodos. Me gusta, pero también puede ser aterrador”, dijo.