Católicos celebran a Santo Domingo de Guzmán
La Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez celebra del 31 de julio al 08 de agosto a Santo Domingo de Guzmán. Cortesía / CP

La Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez celebra del 31 de julio al 08 de agosto a Santo Domingo de Guzmán. Se trata de la iglesia con la construcción más antigua de Tuxtla Gutiérrez.

Se dice que es la única que se conserva de los cuatro templos católicos que estaban en el Centro de la ciudad y que eran el símbolo de cada uno de los barrios de la zona.

San Jacinto, San Miguel, San Andrés y Santo Domingo son los barrios más emblemáticos de la ciudad, cada uno con su templo y parque, pero actualmente sólo éste último ha logrado conservar sus espacios.

De acuerdo a datos del cronista José Luis Castro Aguilar, el barrio de Santo Domingo fue uno de los primeros en crearse a raíz de la fundación del pueblo de San Marcos Tuxtla, en 1560.

Originalmente fue poblado por indígenas zoques, mismos que se fueron desplazando por la periferia del pueblo.

Del 01 al 05 de agosto se realizaba la feria tradicional del santo patrono del barrio. El parque de Santo Domingo o Juárez se llenaba de juegos mecánicos, traían boxeadores, maromeros, trapecistas, guitarras de juguete, yoyos, baleros y trompos; y para las niñas, las coloridas muñecas de trapo, pequeños cofres de madera de chillantes colores, mesas y sillas, así como roperos miniatura.

Aunque su celebración no es como anteriormente, los colonos buscan rescatar esta tradición con actividades artísticas y culturas durante las tardes/noches para que más gente sepa de la celebración y del recinto.

A Santo Domingo usualmente se le representa con unas azucenas en la mano. En su lecho de muerte, al hacer una confesión pública frente a sus hermanos, expresó: “Gracias a Dios, cuya misericordia me ha conservado en perfecta virginidad hasta este día”.

Se dice también que durante su bautismo apareció una estrella sobre su frente.

Por medio de su vida y predicación, Santo Domingo fue como un “faro guiando almas hacia Cristo”, desde sus años de estudiante en Palencia, España, donde vendió sus valiosos libros con el fin de conseguir dinero para ayudar a los pobres que sufrían una gran sequía, y donde llegó a ofrecerse a ser vendido como esclavo para redimir a cristianos cautivos por los moros.

En el Languedoc, pasó los mejores años de su vida, su enseñanza y predicación, hasta la fundación de su orden.

Cuentan las antiguas tradiciones que Santo Domingo vio en sueños que la ira de Dios iba a enviar castigos sobre el mundo, pero que la Virgen Santísima señalaba a dos hombres que con sus obras iban a interceder ante Dios y lo calmaban: uno era él mismo y el otro era un desconocido, vestido casi como un pordiosero.

Al día siguiente, estando orando en el templo vio llegar al que vestía como un mendigo, y era nada menos que San Francisco de Asís.

Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega (España) alrededor del año 1170. Estudió teología en Palencia y fue nombrado canónigo de la Iglesia de Osma. Combatió con éxito la herejía albigense.

Con los compañeros que se le adhirieron en esta empresa, fundó la Orden de Predicadores. Murió en Bolonia el día 6 de agosto del año 1221.

Fue canonizado por Gregorio IX en 1234. El papa dijo: “De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo”.