Este martes iniciaron las charlas “Tomemos café y hablemos de Tuxtla”, con el geógrafo Roberto Ramos Maza, quien en una plática de 40 minutos abordó hitos históricos, así como la orografía y la destrucción de gran parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El maestro comentó que Tuxtla es una de las ciudades capitales más elevadas sobre el nivel del mar, en comparación con el resto de las capitales del sureste mexicano, y explicó que muchos de los conciudadanos no logran ver los atractivos naturales que hay aquí, como la flora, la fauna, el clima y el suelo.
Con gran asombro, nota que las personas desconocen las características de esta ciudad, ya que con frecuencia escucha que se sorprenden por el hecho de que llueva mucho, algo que es muy común por el tipo de clima que predomina en este valle.
“Muchas de las personas no se han dado cuenta de que Tuxtla está al lado de un río, como lo está París al lado del Sena, o Londres al lado del Támesis, o el Tíber que pasa por Roma. Tuchtlán fue fundada al lado del río Sabinal, pero, debido a la urbanización, este probable referente ha sido escondido”, cuenta Ramos Maza.
Contrario a lo que muchos piensan, Tuxtla es un asentamiento prehispánico, pues la cerámica hallada en este lugar indica que hubo una ocupación de este valle que data del año 400 antes de Cristo. La antigua Tuchtlán, en determinado momento, contó con 13 espacios arqueológicos a lo largo del río Sabinal, según cuenta Carlos Navarrete en un artículo del año de 1961, publicado en la Revista ICACH.
Ante esto el geógrafo se pregunta: ¿dónde ver los antecedentes prehispánicos? Y él mismo responde que en el Museo Regional de Tuxtla, en la urna de Yukiz y otras piezas de cerámica zoques prehispánicas; o bien en el sitio arqueológico de Chiapa de Corzo.
Comenta que los datos históricos concretos que pueden ser consultados por fechas datan del periodo de colonización, entre 1550 y 1560, cuando los frailes dominicos establecen el pueblo de “Los Indios de San Marcos Tuxtla” y empiezan la construcción del templo de San Marcos.
A partir de entonces, Tuxtla se conformó por cuatro barrios: Santo Domingo, San Andrés, San Jacinto y San Miguel, los cuales se ubican en cada punto cardinal, teniendo como centro una ceiba y una pila. De los zoques dan noticias Tomás Gage y Fray Alonso Ponce; y desde 1601, Navarrete detalla que los zoques rinden culto a un esqueleto que lavan, adornan y pintan.
Se habló también sobre la etapa de independencia y federación, del papel que tuvo Tuxtla, y reveló que Joaquín Miguel Gutiérrez votó a favor de seguir perteneciendo a Centroamérica. Al final, Ramos Maza dijo que estos hitos de los que habló son una invitación para que el público asistente se dirija a los libros y estudie más sobre la historia de la capital chiapaneca.