Conciertos, peregrinaciones y actos litúrgicos están inundando de alegría las calles de Copoya, en el arranque de las celebraciones en el novenario de la Santa Cruz.
Inicios
Los festejos comenzaron el 25 de abril: en el primer día se realizó una magna peregrinación por parte de los fieles creyentes; el recorrido fue acompañado de enrames, parachicos, tamboreros, piteros y una banda de música de alientos.
El contingente fue amplio, se extendió alrededor de tres cuadras, en el que resaltaban los hombres que en su mayoría vestían camisa blanca con paliacates rojos, y las mujeres que con blusas blancas adornadas de flores, portaban en su cabeza toles para la tortilla con flores de múltiples colores. Al frente del contingente una cruz cubierta de flores de mayo.
La iglesia de la Santa Cruz se ubica en la entrada principal; ahí, juegos mecánicos y puestos de comida hacen gala de la celebración. El día sábado partió otra peregrinación de jóvenes perteneciente a los grupos eclesiásticos de la parroquia de Candelaria.
Sincretismo
La celebración de la fiesta de la Santa Cruz tiene su origen en la fe cristiana. Esta festividad tiene el propósito de venerar la cruz como máximo símbolo del cristianismo católico: Cruz-Dios Padre y Cruz-Espíritu Santo, pero también cumple un propósito de carácter propiciatorio: Cruz-Cristo Jesús, el hijo dador de vida, agua y buenas cosechas.
De acuerdo al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), la celebración de la Santa Cruz coincide con el inicio de la temporada de lluvias, por tanto, esta festividad dentro de las culturas agrícolas adquiere muchos significados.
“No solo se trata de recordar a la cruz como máximo símbolo del cristianismo, sino también está relacionado con las cosechas, la fertilidad de la tierra, y por consiguiente, con la vida y la reproducción de la comunidad, motivo por el cual es una de las fiestas más celebradas de todo el santoral católico en México”, resalta el INPI.
Marta Turok, antropóloga mexicana y considerada la especialista en textiles tradicionales mexicanos más importante de su país, la coloca como la cuarta fiesta más celebrada de todo el santoral y ciclo festivo, después de las fiestas de la Virgen de Guadalupe, Semana Santa y Carnaval.
Y es que en México, la cruz se convirtió en la patrona de los albañiles y peones de albañilería. Los albañiles en nuestro país acostumbran colocar una cruz adornada con flores naturales o de papel en la parte alta de los edificios o casas en construcción.
En Copoya esto es una realidad: durante nueve días, desde las seis de la mañana comienzan a retumbar los cohetones por toda la meseta, anunciando las celebraciones para este importante símbolo cristiano.
Tres misas se realizarán el 3 de mayo, la primera a las siete de la mañana, la segunda a las 12 del día y a las siete de la noche se celebrará la última.
El Grupo de Danzas Autóctonas Zoques de Copoya invitó a levantar el Baile del Torito en la avenida Central y 5ª Poniente, domicilio del joven Lustein; el recorrido inicia a las siete de la mañana visitando domicilios de los principales, capillas, recorriendo avenidas y calles del pueblo.
Sin embargo, durante todo el novenario, a las seis de la tarde se reza el rosario, y a las siete de la noche se lleva a cabo la eucaristía, para terminar con los bailes populares y eventos culturales a las ocho de la noche.
Ya tocó, con un ambiente tropical y huapanguero, la banda de Disonante Show de Tony Ruiz; también amenizó La Rubli-K norteña, y ayer domingo Grupo Factor 3 hizo gala del fin de semana.
El 30 de abril se realizará un evento especial para los niños en esta capilla de la Santa Cruz, a partir de las cinco de la tarde, contará con el famoso payaso Chocolín y la Patrulla Canina, además de regalos y sorpresas.