Aún sin estrategias para erradicar el trabajo infantil

A pesar de que se han anunciado estrategias y políticas públicas para erradicar el trabajo infantil en Chiapas, la situación de este flagelo social sigue en la misma tónica; basta con voltear en cada crucero de las principales ciudades para constatar que existe precariedad que orilla a los infantes a trabajar, igualmente en el área agrícola, fincas cafetaleras y comercios que utilizan a menores, así como la industria de la construcción.

Dentro del marco del Día Internacional Contra el Trabajo Infantil que se celebra cada 12 de junio, de acuerdo a datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), arrojados por el Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2017, señalan que Chiapas contaba con 164 mil 678 niños de entre cinco y 17 años de edad incorporados al trabajo infantil.

En México existen tres millones 242 mil niños, niñas y adolescentes (NNA) de cinco a 17 años que se declaran ocupados.

En la administración anterior se anunció “con bombo y platillo” la creación del Observatorio de Trabajo Infantil y Adolescente, para el cual se requirió de una inversión de nueve millones de pesos, sin embargo a la fecha no se sabe si este funciona y en dónde fue edificado, ya que al consultar los datos la página oficial se encuentra inactiva.

Chiapas registra una tasa de participación laboral de niños, niñas y adolescentes de 12.8%, superando la tasa nacional de 11%. La tasa de participación laboral en la entidad aumentó más de dos puntos porcentuales entre 2015 y 2017, de acuerdo a la catedrática del Conacyt, Sarai Miranda Juárez, en el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Sin embargo, de acuerdo a cifras oficiales en la anterior administración de la Secretaría del Trabajo en Chiapas, indicó que 87 mil niños dejaron la situación del trabajo infantil, lo que representa un 45 por ciento de avance en este tema y tanto en el 2015 como en el 2017 la entidad habría recibido el Distintivo México Sin Trabajo Infantil.

Conforme a diversos estudios, se plantea que los principales motivos por los cuales los niños y las niñas realizan algún trabajo económico son para pagar su escuela y/o sus propios gastos y la explotación directa de los padres de familia, lo que se contrapone a la educación y su derecho a jugar en vez de trabajar.

Pese a lo mucho que se ha dicho sobre la implementación de mejores políticas públicas para erradicar este cáncer social, poco o nada se ha avanzado, ya que miles de infantes en toda la entidad continúan realizando alguna actividad o trabajo que le genera ingresos económicos para su sustento.

Cabe destacar que quienes contraten a menores de edad pueden ser acreedores de una multa de hasta cinco mil salarios mínimos o hasta cuatro años de prisión.

Postura

Sobre el tema, la diputada Flor de María Guirao Aguilar, presidenta de la Comisión de Atención a la Mujer y a la Niñez del Congreso local, destacó que ha sostenido reuniones de trabajo y acuerdos de colaboración con algunas organizaciones y dependencias para atender esta problemática.

“Hemos trabajado de la mano con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, SIPPINA, Fundación Granito de Arena y la OIT para atender diversos temas que afectan a nuestras niñas y niños”.

Indicó que junto con la OIT y la CEDH se está trabajando en los objetivos del Pacto de la Primera Infancia y los Desarrollos Sostenibles y se implementará en Tuxtla Gutiérrez la segunda fase del modelo de riesgo de trabajo infantil “con la finalidad de que podamos lograr la meta de 8.7 en la agenda 2030, que es poner fin a todas las formas de trabajo infantil en 2025”.

Señaló que una de las dificultades que se están presentando en la capital chiapaneca es que familias enteras migran del campo para trabajar en las calles y otros espacios con nulos derechos de seguridad social; “el trabajo es bastante, pero nos estamos fijando metas y plazos para poder abonar a la problemática”.