Cecilia Guadalupe, orgullosa de ser indígena

Cecilia Guadalupe Pérez Juárez, de 24 de años de edad, es originaria de la comunidad de Navenchauc, Zinacantán, después de haber vivido discriminación por ser hablante y promotora de la cultura tsotsil, hoy es un referente de superación y ejemplo en Chiapas.

Pérez Juárez culminó la Licenciatura en Alimentos en 2016 en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), por su dedicación y labor comunitaria fue becaria para representar al estado en un intercambio académico en Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos.

La hoy docente indicó que su adaptación a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez fue complicado por cuestiones económicas y familiares, sin embargo, se siente satisfecha por lo que ha logrado y sus aspiraciones futuras de seguir en trabajos para su comunidad.

¿Qué te representa venir de un pueblo originario?

Representa un reto importante por la superación personal, soy mujer e indígena, desde mi comunidad existe el mito de que los provenientes de poblaciones originarias tiene un coeficiente intelectual menor, pero no, nosotros nos relacionamos mejor al tener procesos de adaptación de la lengua. Actualmente hablo tsotsil, español e inglés.

Es un orgullo ser mujer e indígena, ser una alumna destacada me ha dejado una gran satisfacción. Para mi familia, fue un proceso lento, ya que se tiene la mentalidad de que las mujeres nos debemos de quedar en casa y hacer comida, pero ellos sabían de mi capacidad y valor de salir adelante.

¿Qué piensas de políticas públicas que se ejercen para incentivar con los hablantes?

En cuestión de apoyo es triste, ya que es nulo, de manera personal me tocó buscar a las instituciones que se supone están para ayudarnos, pero es lamentable que desde los estratos más altos te marginen. Existen personas que no son hablantes y sólo se colocan el traje, para “justificar” los apoyos.

He visto un sinfín de personas que tienen el conocimiento y potencial pero económicamente no están en posibilidades, se acercan a instituciones estatales y federales pero les cierran las puertas.

Me costó mucho ser beneficiaria pese a mis buenas calificaciones, pero tuve la gran oportunidad. Después de 2 años de serlo, justo en el momento de cambio de director del programa, desapareció el apoyo mío y de varios compañeros.

¿Cómo fue tu llegada a la ciudad?

Cuando llegamos con mi papá nos dijo “vamos a ir a la ciudad, no hablen la lengua porque los van a mirar feo y les va a ir muy mal regresando”. Ahora, reflexiono esa frase, pienso que lo hacía para que no nos discriminaran, porque él no sabia leer ni escribir y le resultaba muy difícil pensar que se repitiera la marginación a su hija.

Ahora pienso, por qué la sociedad discrimina a los hablantes de lenguas indígenas si nos encontramos en un maravilloso estado multicultural como lo es Chiapas.

Cuando llegué a Tuxtla, vi cómo se empezaron a burlar de ti, por la vestimenta, pero la adaptación cuesta mucho, ya que tienes muchos más obstáculos que los propios citadinos. Pero nunca pensé en dejar de hablar tsotsil, al contrario, cada vez que detectaba una cierta discriminación trataba de contextualizar lo valioso de la lengua y el orgullo que representaba para mí practicarla.

Actualmente, en mi comunidad he detectado que varias personas adultas ya no enseñan la lengua indígena, como mecanismos de protección a la discriminación, pero no se dan cuenta que la práctica puede llevarlos a otros horizontes.

¿Por qué trabajar en tu comunidad?

Trabajo en la asociación denominada “Raíces”, donde hemos realizado labores de orientación y atención a temas como embarazos, alimentación, salud, educación e incluso temas jurídicos en diferentes comunidades indígenas de los Altos de Chiapas.

Pese a la labor que hemos hecho, el apoyo gubernamental se nos sigue cerrando por doquier, vemos que si no tienes “palancas” no hay apoyo, pero aún así hemos salido adelante con el apoyo de universidades y jóvenes conscientes de su contexto.

La constancia es la que nos ha llevado al éxito, ha seguir trabajando, apoyarnos entre los que podemos, sabemos que no tenemos recursos pero buscamos labores de vinculación. Hay personas de buena fe, que buscan el bienestar de las comunidades indígenas.

¿Qué sigue en tu vida?

Seguir con una maestría y llegar al doctorado, realizar instancias en diferentes partes del mundo, para tener panoramas diferentes, conocer personas que te guíen, compartan ideas. En general, seguir con mis metas pero portando siempre mis orígenes tsotsiles como estandarte.