En Chiapas se vive una crisis hídrica, tanto a nivel local como regional, derivado de la presencia del fenómeno de El Niño, que genera falta de humedad oceánica, presentándose frentes fríos más secos, lo que establece que las condiciones de sequía sean más pronunciadas en ciertas zonas.
Lo anterior lo explicó Marcelino García Benítez, investigador por México asignado al Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).
Factores
Indicó que estas condiciones pueden incidir para que se extienda el periodo de seca, aunque se espera que con el ingreso del fenómeno de La Niña, que está prevista según los modelos internacionales para mayo y junio, con las primeras lluvias.
“La sequía que estamos viendo ahorita es de aproximadamente tres años, la última temporada de lluvia regular fue en 2020; a partir del siguiente ciclo en 2021, se empezó a denotar cierta deficiencia, o sea, no llovió igual como debería.”
Aproximadamente, en algunas regiones de Chiapas se debe registrar de seis a siete mil milímetros de lluvia anual, pero este promedio se ha reducido en los últimos años, y eso influye a nivel regional.
Monitoreo
Estos fenómenos no se pueden explicar si no se conocen las condiciones previas (registros históricos) y futuras, es decir, todos los modelos que se desarrollan por instituciones encargadas del monitoreo atmosférico.
La lluvia que se recibe en Chiapas no es directamente de la humedad que ingresa del Pacífico, sino también la influencia que se tiene de los vientos alisios que se presentan en el verano y que, al cruzar por el golfo de México, adquieren humedad y la precipitan en las zonas más altas de las sierras.
Para los próximos años, quizá, algo que se puede establecer para la región del sureste es que se tendrán ciclos de lluvias más cortos pero más intensos, con lluvias cada vez más nutridas en humedad, aunque todo podría cambiar.