Desplazados de Chilón, Ocosingo, Ixtapa, y San Cristóbal denunciaron la falta de atención a sus demandas por parte del gobierno del estado. Aseguran que viven en la zozobra por su seguridad ante las constantes amenazas de paramilitares.
Más de 30 personas que arribaron a la capital del estado demandaron el inmediato retorno a sus comunidades, esto después de ser desplazados de manera forzada desde hace más de 20 años en el municipio de Ocosingo y Chilón.
David Ramos Hernández, integrante de la Comisión del Consejo de Representantes de Pueblos Indígenas, informó que son aproximadamente 400 personas de diferentes comunidades de Chilón y Ocosingo las que solicitan al Estado garantías para retornar a dichos municipios, considerando que por varios años han sobrevivido en campamentos de cartón y plástico en las montañas de la zona Altos.
“Tenemos compañeros que han sido desplazados de hace varios años, les han sido asesinados sus compañeros. El día 1 de enero en Chilón fueron invadidos los territorios donde vivían, nuestros compañeros no pueden regresar a sus comunidades”, aseveró.
A lo anterior, indicó que pese que en el grupo hay mujeres embarazadas y más de una decena de niños y niñas viviendo en condiciones precarias, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), ha omitido sus responsabilidades con los desplazados, ya que a la fecha no hay recomendaciones y acciones que garanticen sus derechos.
El caso más grave, mencionó que es en la comunidad de Bulsijá, en el municipio de Ocosingo donde grupos armados se encuentran aliados con los alcaldes, quienes hacen caso omiso de los problemas por los que atraviesan las personas.
“El caso de Ocosingo, de Busiljá no tienen oportunidad porque los grupos paramilitares están armados, están aliados con el gobierno de Morena y muchos inclusive son presidentes municipales por Morena”, agregó.