Exigen destitución de directora de hospital

Más de 150 trabajadores del Hospital Juárez de Arriaga exigen la destitución de la directora Érika García Meza y la administradora Alberta Canel Samayoa debido a actos de negligencia médica, desabasto de medicamentos y represalias en contra de los trabajadores que no están de acuerdo con su proceder.

Los trabajadores han solicitado una audiencia con el secretario de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, para exponer el tema, sin embargo hasta el día de hoy no han sido atendidos.

Esta problemática se detona luego de que el 7 de agosto de 2019, bajo el oficio HGA/1525/2019, les fue negado un permiso para realizar sus actividades sindicales. Luego el 26 de ese mismo mes, el trabajador Omán Ruiz Solís recibió amenazas de la directora debido al reclamo por los descuentos de salarios ordenados en contra de nueve trabajadores. El 9 de octubre, los trabajadoras se quejaron debido a que la directora retuvo sus sueldos.

Ante esto, el 17 de diciembre de 2019 realizaron un oficio con 150 firmas dirigida al secretario de Salud por la falta de insumos, material y equipo necesario para la atención de los pacientes y la falta de gestión de estos insumos ante las autoridades competentes.

Negligencia

En este último documento, los trabajadores expusieron hechos ocurridos durante el desempeño de la directora, donde expone la vida e integridad física de los pacientes, así como la estabilidad laboral y emocional de cada uno de ellos. Por lo que enlistan una serie de casos de negligencia médica:

El 9 de diciembre de 2019, la guardia recibió al paciente Jhonny Villatoro Alvarado, de 23 años de edad, con más de 24 horas de estancia hospitalaria y un diagnóstico de accidente ofídico por mordedura de cantil en miembro inferior derecho, es decir, fue víctima de una mordedura de víbora.

El paciente presentaba un severo compromiso vascular del miembro lesionado; en este caso la directora tuvo conocimiento, sin embargo no se preocupó ni indicó a quien corresponda la dotación suficiente del suero antiviperino para complementar la dosis establecida en la guía de referencia rápida para el diagnóstico y tratamiento.

“Se dejó al paciente en abandono de su tratamiento, ya que al recibir la guardia no se contó con el suero faboterápico necesario, por lo que al realizar llamadas a la directora para solucionar el problema, ella no contestó”, menciona el documento.

En un segundo caso, al cambiar las puertas de los diferentes servicios del hospital, el personal no cuenta con acceso al servicio de transfusión sanguina, toda vez que realizaron el cambio de puerta y chapa. El viernes 13 de diciembre, el turno nocturno recibió a Florencia Sánchez Alegría, de 44 años, con la urgencia de una transfusión sanguínea de por lo menos dos paquetes globulares que presentaba datos de choque hipovolémico, por hemorragia transvaginal activa secundaria a miomatosis uterina y no se pudo hacer por la falta de llaves.

“Amén de no contar con ginecólogo(a), por instrucciones de la administradora, los familiares deben hacer el pago de gasolina y casetas de acuerdo al tabular establecido por la misma funcionaria que llega hasta los mil 800 pesos. Nos hace vulnerables, ya que no contamos con los recursos necesarios para brindar servicios de calidad y atención oportuna por negligencia de la directora y la administradora”, relata.

El tercer caso, Erik Martínez Barahona, de 42 años de edad, presentó una fractura expuesta de emir izquierdo, herida profunda en glúteo izquierdo, sangrado postraumático por accidente en motocicleta.

El paciente requería por lo menos de un paquete globular, mismo que por la causa expuesta no fue atendido porque no hay acceso al área, lo que significa que una vez más por negligencia de la directora y administradora se desatiende a los pacientes, puesto que en repetidas ocasiones se le solicitó vía telefónica la urgencia, pero no atendió.

“Por instrucciones de la directora la llave de servicio de transfusión sólo la maneja ella (directora) y la jefa química de la unidad y en caso de requerir cualquier parque se le debe llamar para cubrir el servicio y entregar lo necesario”, menciona.

Por último se le suma el caso de una mujer embarazada, la cual se encontraba con ruptura de membrana, es decir, a escasos minutos de labor de parto, sin embargo, por decisión de la directora no fue aceptada.

Por medio de un grupo del hospital, la directora ante la petición anterior respondió en diversos mensajes de texto: “Bns noches saben ustedes si están pidiendo el translado p una mujer embarazada (1), ijole de donde es (2), porque los hospitales en Tuxtla están saturados (3), que la regresen a Tapana o Juchitán porfa (4), o sea que se les diga a lo familiares que tienen men que acudir p allá (5), pues que no la ingresen después nos queda el problema (6)” (sic).

El Hospital Juárez de Arriaga desde hace seis meses carece de insumos vitales como: glucómetros, baumanómetros, soluciones parenterales, mascarillas para micronebulizadores, sondas vestales de diferentes calibres, tratamiento de primera línea para síndromes coronarios. Además, las ambulancias se encuentran en pésimas condiciones.

Tras exponer dicha situación, los trabajadores fueron notificados de su cambio de turno de forma inmediata, sin tomar en cuenta otras labores que tienen y si su lugar de residencia es en el municipio.

Ante tal situación, presentaron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos una queja formal por el hostigamiento laboral y solicitaron se les brinden medidas cautelares o precautorias a su favor.