Gasoducto, el proyecto para industrializar Chiapas

La poca afectación que se generó en nuestro estado debido al combate del huachicoleo mediante la vigilancia en los ductos, pone en evidencia la falta de infraestructura en nuestra entidad para el abasto del combustible, lo que también ha impactado para la generación de economía local o de incentivos para la inversión.

No obstante, hablar de desarrollo económico y hasta de industrialización, implicaría que a Chiapas llegue un proyecto como el gasoducto, que permita mover la gasolina de una forma más barata y que sería atractivo para las empresas.

Pero como dice Óscar Alejandro Figueroa Gutiérrez, presidente en la entidad del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en el estado estamos «dos escalones abajo», porque todo el combustible se mueve por pipas (aunque el costo es 15 veces mayor).

Explicó que el gasoducto es necesario para que otros empresarios hagan industria local, lo que cambiaría la vida de los chiapanecos con la generación de empleos.

Futuro

Existe el proyecto, cuyo objetivo es dotar de gas natural a Chiapas, lo que permitirá reducir costos (8 veces) en la generación de cualquier producto o servicio.

Recordó que, con base en el Plan Quiquenal de Expansión del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (CENAGAS), es estratégico mandarle este combustible al estado para tener mejores “escenarios”.

Al consultar el documento, se puede observar que, en un primer momento el proyecto que partiría de Salina Cruz a Tapachula (Oaxaca y Chiapas) tendría una longitud de 440 kilómetros con una inversión promedio de seis mil 542 millones de pesos. En uno de los apartados se establecía como fecha de licitación el año 2015 con entrada de operación para el 2018, propuesta analizada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Sin embargo, en el Plan Quiquenal propuesto por Cenagas, el proyecto sólo sufre una modificación en cuanto a inversión estimada cambiada a 442 millones de dólares. Al ser aprobado por la Secretaría de Energía (SENER), la fecha de licitación cambió a 2016. Hasta el momento los trabajos no se han implementado.

En la ficha de los proyectos, se establece que el gasoducto será 20 pulgadas de diámetro y beneficiaría a Chiapas y Oaxaca, porque habría inversión de plantas productivas. En el 2014 se estableció como de impacto social.

Mientras tanto, Enoch Gutiérrez Cruz, presidente en la entidad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), aseguró que la estrategia cambió su impacto a valor estratégico.

De acuerdo con empresarios, el problema de la distribución de gasolina pone en “blanco y negro” las condiciones para traer gas e hidrocarburos, es decir, si no se trae energía barata, la brecha entre el estado y las demás entidades será abismal.

Petición

A través de una carta (con fecha al 16 de enero), respaldada por cinco organismos empresariales, Gutiérrez Cruz dio lectura al documento en el que solicitaron al presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, la construcción de un gasoducto que inicie en Salina Cruz, Oaxaca, pero que termine hasta la frontera con Guatemala, para garantizar energías a precios competitivos. En la opinión del líder empresarial, habría un crecimiento en la venta de hidrocarburos hacia el país vecino.

Agrega que existe una empresa privada interesada en construir toda la obra bajo su propio riesgo, lo que sería de beneficio para no generar un gasto significativo del recurso público.

Puntualizó que el tiempo estimado de construcción va de dos a tres años, por lo que se vuelve fundamental una respuesta pronta del gobierno federal, para que a mitad del sexenio ya se tenga listo y en funcionamiento.

Riesgos

En caso de que el proyecto no se consolide, para el 2020 existe el riesgo (según Figueroa Gutiérrez) que existan solamente dos estados que no tengan gas en todo el país: Baja California Sur (cerca del Norte) y Chiapas, ubicado en la parte Sur de la república.

El presidente en Tuxtla Gutiérrez de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), Oscar Gabriel Corzo Tovilla, coincidió con sus homólogos sobre la necesidad de invertir en el proyecto si se quiere hablar de un impulso a las Zonas Económicas Especiales, principalmente la que se ubica en Puerto Chiapas.

Confió en que el gobierno federal retome la estrategia, que sea sustentable y que cuente con los elementos para la generación de nuevas industrias. Las políticas públicas que se generen en el centro del país (más allá de un sexenio) serán claves para el desarrollo.