La existencia de grandes árboles, tanto en la vía pública como en terrenos particulares, cuyas ramas sobresalen en banquetas y vías de comunicación, se convierten en un grave riesgo para la población principalmente cuando hay lluvias y viento.

En los últimos días causaron la muerte de una persona, automóviles y negocios dañados, por lo que piden a Protección Civil local y estatal realizar su función y proteger la vida y el patrimonio social.

Aún cuando las leyes señalan que los arboles grandes que puedan causar perjuicio a otras propiedades, transeúntes o vehículos es responsabilidad del dueño del terreno dar mantenimiento, quitarles las ramas o derribarlo; los hay también en la vía pública.

La autoridad, y en particular los organismos de Protección Civil, deben de vigilar la seguridad de la población en materia de prevención.

Existen árboles milenarios de ceiba, ornato y de otros maderables que se encuentran en diversas colonias de Tapachula, los cuales representan un grave peligro en esta temporada de lluvias, aunado a la falta de trabajos preventivos de Protección Civil.

Ejemplo de esto, en el fraccionamiento Laureles, donde se observan gigantescas ceibas que jamás han sido desramadas, pese a existir solicitudes de los habitantes hacia las autoridades municipales competentes, no han sido escuchados.

“No hay ningún trabajo preventivo de Protección Civil en cuanto a estos árboles que ponen en riesgo a automovilistas, a quienes caminan la zona a diario, así como las viviendas aledañas.

”Ojalá hagan algo de inmediato antes de que pase una tragedia mayor”, aseveró Julián Gutiérrez González, quien a diario sale a hacer ejercicio por la zona.

Aseguró que jamás se ha pedido que se tiren los árboles, lo único que necesitan es que se hagan los dictámenes correspondientes y que se quiten las ramas que ya están dañadas, pues podrían provocar una tragedia.