‘Huachicol‘, un negocio ilegal que creció 900%

La corrupción en nuestro país ha operado de diferentes formas y en distintos rubros; los métodos para obtener recursos de manera ilegal han crecido tanto que, ahora, la delincuencia organizada -donde también intervienen los de «cuello blanco»- ha combinado sus operaciones que dejan jugosas ganancias; uno de ellos es el huachicol, un negocio ilegal que en los últimos años ha crecido un 900 por ciento.

Sandra Romeo Corona, certificada ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en materia de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Financiamiento al Terrorismo, explica que con base en datos y cifras oficiales, entre 2009 y 2012, la actividad ilícita dejó pérdidas económicas que oscilaron en más de 62 mil millones de pesos.

¿Quién es el huachicolero?

La especialista en temas de finanzas lo define como aquella persona cuyo propósito único, es la perforación de los ductos para extraer el combustible y venderlo de manera ilegal.

“El huachicoleo en nuestro país no un tema nuevo, pero sí se convirtió en el negocio de moda debido a las cantidades millonarias de ganancia que deja”; no obstante, existe una Ley Federal para sancionar a las personas que cometan delitos en materia de hidrocarburos.

De 20 a 30 años son las sanciones para quienes, sin previo permiso o autorización, obtengan petróleo o petroquímicos de ductos o vehículos que estén activos.

Carlos Méndez, Auditor Certificado en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo, precisó que el robo de gasolina no es nuevo ni único de México, en Venezuela se presentó un problema similar y ha estado a la vista de la población; como prueba, en las mismas calles nuestro país se pueden obtener garrafas de gasolina.

Dijo que el robo de combustible incluye tres momentos; las actividades de los delincuentes -quienes roban el hidrocarburo-, los funcionarios que ayudan a obtener información como: días y horarios de distribución y la última etapa se consuma con los compradores, que buscan precios bajos sin importar la procedencia del producto.

Romeo Corona recordó que también las personas que cometan este ilícito pueden ser acreedores a pagos de entre 17 a 27 mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).

En los últimos 10 años el huachicoleo pasó de estar en bandas locales a ser la segunda fuente de financiamiento de la delincuencia organizada, lo que trae como consecuencia pérdidas económicas para nuestro país.

Dice la especialista qué, según cifras oficiales, en los primeros cuatro años de la pasada administración Petróleos Mexicanos (Pemex) perdió 97 mil millones de pesos por el robo de hidrocarburos; es decir, ni la paraestatal ni las autoridades han podido corregir este problema de fondo.

¿Se puede erradicar por completo el robo de combustible?

En la opinión de Romeo Corona sí se puede erradicar este delito, pero es fundamental cortar todo el financiamiento ilegal que obtienen los huachicoleros “desde abajo”, porque ya no tendrían estructura financiera para operar.

Explicó que la Ley de Extinción de Dominio estipula la posibilidad de que la autoridad retenga los bienes que se obtienen de manera ilícita, lo que serviría como una herramienta para combatir el delito.

Crisis

Son tres problemas importantes que produce el robo de combustibles en nuestro país: lo social, económico y hasta político. Los números indican que el Estado pierde entre 15 y 20 mil millones de pesos todos los años por el robo de hidrocarburos.

El “triángulo rojo”, que son las zonas que involucran a más de seis municipios en el robo de combustibles, concentran el 40 por ciento de toda la actividad ilícita en territorio nacional. Las entidades más afectadas son: Puebla, Guanajuato, Sinaloa, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Nuevo León y Tamaulipas.

Contexto

Los registros muestran que fue en el año 2000 cuando se obtuvieron las primeras denuncias; en el 2010 se tenían 710 tomas clandestinas reportadas y hasta agosto del año pasado se habían contabilizado más de 10 mil reportes; es decir, el delito incrementó un 900 por ciento.

En tanto, Méndez agregó que los productos robados lo único que provocan es alimentación de la economía criminal y no sólo ocurre con la gasolina, también se presenta en el gas, la energía eléctrica y hasta señales de televisión por cable.

Lo preocupante, dice, es que la delincuencia organizada tiene presencia en comunidades marginadas en donde los grupos delictivos generan buenos ingresos económicos para las familias en el almacenamiento y venta. También hay otro riesgo, que la escasez en el mercado negro provoque las compras de pánico con las pipas piratas.

De lo rescatable, mencionó, es que la estrategia que ha implementado el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador en el combate de este delito, da una oportunidad para que los vehículos híbridos tenga un repunte y se disminuya de la dependencia y combustibles fósiles.

“El robo de combustible se podrá reducir de manera considerable si se utilizan los métodos científicos para el análisis de patrones especiales de comportamiento de las bandas criminales que participan en este delito, así como para generar información de inteligencia de cada una de las bandas y también erradicado la corrupción en nuestras dependencias de gobierno”, finalizó la especialista en Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Financiamiento al Terrorismo.