Identifican en Chiapas 300 especies invasoras

Más de 300 especias invasores de plantas y animales se han documentado en la entidad según estudios de investigadores, informó el docente e investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Ernesto Velázquez.

Explicó que se ha determinado que dentro de ese universo existen por lo menos  12 especies de peces invasoras, de las cuales tres se consideran las más dañinas.

Dijo que estas se han constituido como un grave problema, sobre todo la trucha arcoíris, la carpa común y la tilapia, todas introducidas irresponsablemente por las dependencias reguladoras de la pesca.

Su introducción resulta en una contradicción, dado que es el mismo gobierno el que impulsa su presencia en ecosistemas del estado bajo la bandera de “lucha contra el hambre”, cuando la acuacultura es costosa y mantenerlo en ambientes no controlados es perjudicial.

La carpa se introdujo con éxito en los ecosistemas de Chiapas, sin embargo desde la perspectiva pesquera fue un fracaso por la mala calidad de la carne, muy llena de espinas, “además de que la acuacultura cuesta millones de pesos”.

Chiapas ocupa a nivel nacional el segundo lugar en biodiversidad, resaltando la diversidad acuática en la cual se tiene conocimiento de más de 300 especies endémicas, algunas de ellas que bien podrían sustituir los intereses perseguidos bajo la introducción de otras especies.

En las aguas de Chiapas existe la presencia de tenguayacas, robalos, pardos e incluso el peje lagarto, sin embargo se insiste en cultivar otras especies que terminan siendo dañinas.

Añadió que recientemente se habla de la introducción de un bagre originario de Estados Unidos, situación que causa preocupación entre los investigadores.

Actualmente, la propagación del pez diablo y la trucha arcoíris es alarmante, la primera ha invadido gran número de cuerpos de agua en el estado, y en el caso de la trucha se han detectado ejemplares juveniles y adultos que arrasan con especies endémicas como el popoyote de San Cristóbal de Las Casas, a este problema se suma el que los pescadores no las consuman y tampoco pueden retirarlas.