En relación a las caravanas de migrantes que buscan pasar por territorio chiapaneco para llegar a la Frontera norte del país, la Iglesia Católica fijo su postura a través de un comunicado del Obispo de la Diócesis de Tapachula, Monseñor Jaime Calderón Calderón quien dijo que no se es indiferente a la complejidad del desplazamiento de las movilizaciones humanas.
Aclaró que a la Iglesia no le toca abrir la frontera o proponer policías y leyes migratorias, pero si humanizar esas políticas, y estar al lado de quien lo necesita respondiendo a la exigencia del Evangelio que nos invita a ser cercanos con los forasteros: fui forastero y me hospedaste (Mt 25, 35). “Ayudaremos en lo que podamos con tal de hacer menos pesado su recorrido por nuestro territorio”.
Afirmó que la Diócesis de Tapachula ofrece servicio permanente a todo hermano que pasa por nuestras tierras en el albergue Belén recientemente abierto con un equipo de sacerdotes al frente para su funcionamiento donde se atiende y sirve a quien quiera entrar, pero aclaró que no de aquellos migrantes que con fines delictivos permanecen afuera del albergue y por ello se ha pedido a las autoridades actuar cuidando del bienestar de todos.
Asimismo el Obispo invitó a laicos, religiosas, religiosos y sacerdotes a sumarse en la misión de ayuda humanitaria a la caravana de hermanos migrantes para lo cual se implementó un plan de acompañamiento, con ayuda que es concentrada en Suchiate, Tapachula, Mapastepec, Pijijiapan, Arriaga y Tonalá.