Jóvenes, con el poder de cambiar la realidad

Con una edad mediana de 24 años, Chiapas se posiciona como el estado con la población más joven del país. De acuerdo con el escritor Luis Luna León, los jóvenes están realizando un impacto impresionante en la sociedad con un mensaje clave: el de “querer cambiar verdaderamente las cosas”; sin embargo, resalta la necesidad de quitar la apatía y unir fuerzas para generar un cambio en nuestra sociedad.

Luis, quien tiene alma de joven, escribió Una juventud sin jóvenes. Cuando participar es un deber; un libro con citas críticas que analiza el papel de la juventud mexicana y su importancia en la creación de sociedades a través de la participación ciudadana y política.

Futuro prometedor

El futuro de la juventud en Chiapas es prometedor, pero también presenta grandes desafíos. Es necesario que se implementen políticas públicas que atiendan las necesidades de los jóvenes y que se les brinden las oportunidades necesarias para que puedan desarrollarse plenamente y contribuir al progreso del estado.

En palabras del también docente, es necesario que el joven chiapaneco genere los espacios de oportunidad y se tome las riendas del poder político a través de la participación constante.

Para que el joven participe activamente en la política, “hace falta querer cambiar auténticamente lo que está doliendo; poner el primer grano de arena en lo que le guste, eso es individual; pero hay que observar, analizar y accionar; con la idea de aportar, no solos; hay que sumarse a personas que quieren construir un mejor escenario en ese mundo”.

“Como joven tienes que buscar tus espacios de participación, si te gusta el rubro ambiental, desde la perspectiva jurídica, desde la perspectiva de protección de animales, lo que quieran; si el joven aprovecha estas ideologías y el nivel de reflexión y energía que tiene en esta etapa, puede cambiar el mundo y su realidad”, acotó.

El cambio, in crescendo

Basado en la idea política de Aristóteles, Luna señala que el hombre y la mujer, por naturaleza, tienden a socializar; primero, en una familia; después, de forma progresiva se va a un campo más amplio: amigos, escuela, sociedad, ciudad y Estado.

La interacción —dice— debe ser consciente y “siempre buscando el bien común, la esencia de la política; desde mi perspectiva, debe de llevar al bien de todos; el joven, cuando deja de participar, está perdiendo la oportunidad de poder construir una mejor sociedad. Pero hay que analizar por qué el joven es apático, y regularmente es porque no se siente representado”.

La unión hace la fuerza

El investigador realiza una critica a su bloque generacional: “Nosotros caminábamos con el deseo de poder crecer de manera personal, y nos olvidamos que había una sociedad que nos necesitaba unidos, no lo quisimos hacer por alguna razón, nos perdimos. De repente abro los ojos y ya tengo 50 años”.

“Véanse como bloque, sumen esfuerzos, porque así como tú, hay otros muchachos que están haciendo, consoliden una clase política muy amplia, consolidada, sumen y recuerden; primero identificar lo que les duele; dos, analizar cómo cambiarlo, y tres, sumando esfuerzos; si esperan que una institución pública, que un partido político convoque para que puedan generar este cambio, van a pasar años”, recomendó.

Montarse a la revolución tecnológica

Reconocer las características de la juventud y su situación histórica es vital, esto, “para llevar a cabo acciones”, dijo. Sostuvo que “hay mucha iniciativa y lo que más se necesita es una orientación y definición de qué se quiere en la vida”.

Conclusiones

Vivimos en la era digital, muchos jóvenes son nativos digitales, y para Luis Luna, esta es una herramienta a través de la cual se pueden “generar rutas, y hay que apoyarnos en la tecnología, y no tenemos que generar rezagos, sumarse a esta revolución tecnológica, con herramientas e información que sumen a la sociedad”.