La Fuente del Magueyito, Patrimonio Cultural

El miércoles 15 de septiembre de 1943, el gobernador Rafael Pascacio Gamboa inauguró el puente de dos arcos denominado Eutimio Yáñez, en el paso de Juy-Juy del río Sabinal (Juy-Juy en lengua zoque significa ‘árboles de totoposte’, de 25 a 30 metros de alto), en la hoy 12 calle Poniente Norte, para comunicar el barrio de Juy-Juy con la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, pues este barrio estaba ubicado en las afueras de la ciudad, en el norte poniente; es decir, el antiguo barrio de Juy-Juy comprendía las actuales calles de la 5ª a la 9ª avenida Norte Poniente y de la 12 a la 15 calle Poniente Norte. La mayoría de la población era de origen zoque.

En 1944, estando como presidente municipal don Gustavo López Solís (1943-1944), se amplió la red de agua potable de la ciudad al agregarse la captación de agua de La Chacona; por tal motivo, el Gobierno del Estado que presidía el Dr. Rafael Pascacio Gamboa mandó a construir la Fuente de Juy-Juy, a inmediaciones del barrio del mismo nombre, para abastecer del vital líquido a los habitantes de los barrios de Colón, de Juy-Juy y del naciente Niño de Atocha, como parte del proyecto de modernización urbanística de la ciudad y de los barrios de la periferia, misma que fue inaugurada el domingo 27 de agosto de 1944, con un costo total de 18 mil 17.60 pesos. Con esta acción, el médico-gobernador demostró su humanismo y su vocación de servicio al proporcionar agua entubada a las colonias de la periferia, a barrios indígenas y mestizos de origen zoque, más que como un derecho social, el servicio de agua potable como un derecho humano básico, pues las aguas del río Sabinal y de los arroyos de Juy-Juy y Potinaspak estaban provocando muchos males estomacales entre la población. El objetivo era que los habitantes contaran con agua limpia para tomar, para preparar sus alimentos y para su aseo personal; y por ende proteger la salud de la población. No en balde se le consideró al gobierno de don Rafael Pascacio como un gobierno hipersensible al dolor ajeno que le apostó a la dignidad y al bienestar humano. La obra estuvo a cargo del arquitecto italiano Francisco D’Amico Giovannucci (1878-1964), director de Obras Públicas del Estado. Las familias tuxtlecas desde muy temprano se habían dado cita en este bello lugar para acompañar en la inauguración al señor gobernador del Estado. En torno a esta fuente se construyó un paseo campestre con árboles de ornato y frutales: mango, jocote, papausa, zapote, chicozapote, guaya, etc. Cerca de este lugar estaba, en el río Sabinal, “La poza enladrillada”, en el paso de Tzapatá, con un suelo firme, sin lodo o piedras picudas y más abajo “La poza de Juy-Juy”. Los jóvenes de aquella época nadaban, se zambullían y jugaban alegremente a mojarse. Desde su inauguración, la fuente se le conoció indistintamente como “Fuente de Juy-Juy” o “Pila del Maguey”, por estar coronada la fuente con una planta de maguey. Con el tiempo surgió en este lugar un nuevo asentamiento poblacional: el barrio del Magueyito. El nuevo barrio del Magueyito comprende de la prolongación de la 5ª avenida Norte Poniente a la avenida Central Poniente y de la 11 a la 13 calle Poniente Norte. Había grandes extensiones de tierras sembradas de maguey pulquero.

He aquí parte de la historia de esta fuente publicada en 1944 en la “Monografía del Progreso Material de Tuxtla Gutiérrez durante el gobierno del Dr. Rafael Pascacio Gamboa”, por el Departamento de Prensa y Turismo del Gobierno del Estado:

“Fuente de Juy-Juy. El barrio, allende ya, por el Norte, del arroyo del Sabinal, inmediatamente después del paso llamado así Juy–Juy, que denota en zoque abundancia de árboles de totoposte (cierta planta, Licania arbórea y la repetición de juy, desinencia determinativa de la abundancia de la planta en el lugar) se manifiesta orgulloso de poseer una hermosa fuente de abundante agua potable, de arquitectura artística, habiéndose empleado en la construcción cemento e imitándose bloques de chiluca. Mide el brocal diez metros cincuenta centímetros (de diámetro), la copa receptora del agua, cinco metros veinticinco centímetros de diámetro, soportada por un vástago de un metro cincuenta centímetros/. En el ala del vástago hay un alto relieve con cuatro motivos decorativos representando haces de azucenas, y remata el conjunto con una planta de pulque castrada de cuyo centro emerge en forma de penacho el agua potable de que se surte el barrio (de Colón). Un grifo sencillo conectado con el tubo surtidor proveniente del vaso de “La Chacona” habría sido suficiente, pero por el lugar que se encuentra alejado de los parques y paseos públicos del centro de la población, hizo pensar quizás al gobernador del Estado, Rafael Pascacio Gamboa, en proveer al barrio de Colón a la vez de agua potable, de un paseo en donde pudiese recrearse, e hizo alrededor de la fuente una glorieta circundada de árboles de rápido crecimiento en Tuxtla (Gutiérrez); los vecinos del barrio tienen dentro de sus propios dominios un bonito paseo y una fuente abastecedora de agua. Por lo regular, el progreso parte del centro a la periferia en virtud de que los gobiernos piensen mostrar su labor inmediata aunque lo que está lejos de los principales lugares permanezca mostrando la incuria de las autoridades. El gobernador R. P. C. ha invertido el orden acostumbrado extendiendo su acción constructiva partiendo de la periferia al centro. La urbanización es algo así como de generación espontánea, pues basta el arreglo de una calle, la construcción de una fuente, de un edificio en un lugar apartado, para que los vecinos se estimulen y procedan también a construir. Por eso, al estar construyéndose la hermosa fuente de Juy-Juy llevaba ya latente un impulso de desenvolvimiento en el orden material del pueblo, y esto es lo que está sucediendo ya por las afueras de la población. Costó la obra la cantidad de 18 mil 17.60 pesos y se inauguró el 27 de agosto del corriente año (1944), como preliminar punto de programa de los festejos conmemorativos de la Independencia de Chiapas proclamada en Comitán el 28 de agosto de 1821”.

En 1945 el gobernador Juan M. Esponda mandó a construir el puente de dos arcos denominado “Juy-Juy”, en el barrio del mismo nombre. Y en este mismo año se empezaron los trabajos de construcción de la colonia Moctezuma, primer fraccionamiento residencial de Tuxtla Gutiérrez.

El 10 de julio de 1951 se desbordó el río Sabinal, afectando parte de los barrios de Juy-Juy, Colón y La Pimienta. El agua subió metro y medio. Afortunadamente la fuente de Juy-Juy sólo se llenó de agua de lodo y de pececitos.

De 1945 a 1970, las familias tuxtlecas tuvieron un espacio de recreación y sano esparcimiento y agua para tomar: se llegaban a bañar en las pozas del río Sabinal y en el arroyo de Juy-Juy, se hacían paseos de campo en temporadas de calor para ir a comer debajo de las frescas sombras de los frondosos sabinos, amates o primaveras, saborear una jícara de pozol blanco o de cacao, de tascalate o de pinol, una cerveza fría o una copita de comiteco. Algunas personas descasaban en hamacas, en petates o en los troncos de los árboles. Todo el día se escuchaba el canto alegre de los pájaros. Finalmente, la vox populi la bautizó como “La Fuente del Magueyito”.

Durante 73 años la Fuente del Magueyito ha toreado, con suerte gatuna, la terrible piqueta del progreso, del urbanismo modernista gubernamental; los cíclicos embates de los desbordamientos del río Sabinal y la falta de respeto de algunos grafiteros. Sin embargo, la contaminación del río Sabinal, la acelerada urbanización de la zona, la introducción de agua potable y la construcción de casas y de edificios públicos redujeron los espacios naturales del paseo campestre. Por tal motivo, urgen algunas medidas para evitar su futura demolición.

El jueves 25 de mayo de 2017, el diputado Carlos Penagos Vargas, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, acompañado por los cronistas tuxtlecos Fernán Pavía Farrera, Marco Antonio Orozco Zuarth, Roberto Fuentes y José Luis Castro Aguilar, de un grupo de periodistas e invitados, colocó una placa con la cual se reconoció a la “Fuente del Magueyito” como Patrimonio Cultural de Tuxtla Gutiérrez, con el objetivo de “garantizar la protección, preservación y resguardo de los sitios, monumentos, edificios simbólicos y representativos que le han dado identidad a los pueblos”.