El historiador y cronista Antonio Pérez Moreno, quien nació en Comitán en la década de 1930, narró los profundos cambios que ha experimentado su ciudad natal durante el transcurso de las últimas ocho décadas y aseguró que se ha transformado de una “pequeña localidad” rodeada por magueyes, a una de las ciudades más importantes de la Frontera Sur.
Según Pérez Moreno, desde los inicios del siglo pasado los comitecos se acostumbraron a nombrar nueve barrios, que eran donde se circunscribía la localidad. Fuera de ahí eran rancherías o “rumbos”.
Así, como los nueve luceros que acompañan a Comitán, son nueve los barrios primarios que, acorde al cronista, representan los pilares de la localidad y de la identidad comiteca.
La Pila, es en este lugar donde se venera a San Caralampio, es el que por decenios abasteció de agua a los comitecos a través de su pila, que aún en la escasez más severa nunca ha dejado de proveer del vital líquido.
Muchos comitecos veneran con mucho fervor a San Caralampio, quien llegó a Comitán por el año de 1850 con un soldado de nombre Otero. Este soldado tenía una novena histórica del mártir Caralampio, en cuya portada venía la efigie del mártir hincado, un romano alfanje en mano dispuesto a decapitarlo.
El cronista recordó que un comiteco llamado don Raymundo Solís, vecino del barrio de La Pila, hizo un cuadro copiando la portada de la novena. Ese mismo año la peste invadió a Comitán, la viruela hacía estragos, lo mismo que el cólera, pero en el lugar donde se veneraba el santo no hubo ningún caso de estas enfermedades, aunque en Comitán morían por montones. Por lo tanto, San Caralampio fue nombrado abogado especial contra la peste y los aires contagiosos.
Cuando pasó la virulencia y el pueblo recobró la calma, formaron una junta los vecinos de La Pila y ahí levantaron los primeros cimientos del templo en 1852. La fiesta de San Caralampio se empezó a celebrar casi enseguida de iniciado el culto.
Amas de casa de Comitán mantienen como devoción a San Caralampio en su altar para hacer la acostumbrada novena que inicia el 2 de febrero y termina el 10 del mismo mes, para luego celebrar la Entrada de Velas y Flores de San Caralampio.
La Cruz Grande era la salida a Ciudad Real, camino que actualmente discurre sobre la avenida Belisario Domínguez, que atraviesa el templo de Santa Teresita de Jesús.
A la par de la Panamericana, aún se puede ver parte del camino real que va entre una ladera por más de dos kilómetros, pero hoy esos caminos son recorridos únicamente por algunos migrantes.
Los santos venerados son Santa Cruz y Santa Teresita de Guzmán; el día 3 de mayo es un día muy especial en este barrio, en los techos de muchas casas y más las que se encuentran en obra negra les colocan una cruz de madera adornada con varios festones.
Las familias que tienen años asentadas en esta parte de Comitán, realizan entradas de velas y flores para ofrendarlas a Santa Teresita de Guzmán, quien por años ha sido patrona del barrio.
El barrio de la Cruz Grande,es conocido por el rumbo de los ‘cushes’, porque se presume que eran varias familias que se dedican a la venta de carne de cerdo y borrego.
Santo Domingo, aunque no es propiamente un barrio, es el centro de Comitán y es el punto desde donde empieza a trazarse la localidad. El 27 de julio se inauguran los festejos de la feria más grande de Comitán.
Aunque en todos los barrios las ferias son edificadas, este es el único barrio que se lleva a cabo en sus propias instalaciones, lo que ha provocado que muchos devotos calificaran esta fiesta como circo, pan y vino.
San José, barrio donde han surgido muchos alcaldes de Comitán, lleva el nombre por el santo que se venera en ese lugar. Cuatro calles debajo del templo se ubicaba un antiguo basurero, que los comitecos llamaban “La Labor”.
En la actualidad construyeron un pequeño parque frente a la iglesia al que denominaron Plaza del Mariachi, aunque en el lugar jamás se pueda localizar ninguno de estos grupos para contratarlos y dar las famosas serenatas.
Jesusito fue el lugar donde se ubicó en el siglo antepasado el hospital María Ignacia Gandulfo, que luego albergó un mercado. En el templo se venera a Jesús Nazareno.
En esta localidad se pueden encontrar vendedoras ambulantes de tamales y dulces típicos de la ciudad. A un costado de la iglesia se localiza la plaza de las artesanías y el famoso Salón de Convenciones.
Yalchivol es el barrio donde se venera a la virgen del Rosario. Fue por muchos años una zona de balnearios, como La Castalia y La Primavera, donde los comitecos llegaban a bañarse ante la falta de agua que siempre imperó.
El templo se dedica a la virgen del Rosario, construido a fines del siglo XIX por un famoso maestro albañil, Rito Aguilar.
La fachada, que se abre a un amplio atrio, se caracteriza por sus pináculos a manera de torres, su ventana coral abocinada y su espadaña con frontón roto. Durante las fiestas se realizaban carreras de caballo.
Guadalupe es un barrio de huertas y magueyales, estos que servían para preparar el famoso comiteco. En el lugar se erige la iglesia dedicada a la virgen de Guadalupe.
A un costado de la iglesia se encuentra el famoso parque de la Marimba, que al principio intentaban permanecer la costumbre de colocar una marimba para que los comitecos se sentaran a escuchar y bailar las tradicionales piezas que toca la marimba del ayuntamiento, pero este proyecto nunca funcionó.
Este barrio es considerado uno de los más bonitos por los habitantes de Comitán, porque está edificado sobre una montaña y desde arriba tienen un panorama impresionante de la ciudad.
San Sebastián, por mucho uno de los barrios más tradicionales de Comitán, lugar donde se erigió la primera plaza de toros y donde se realizó la Declaración de Independencia de Chiapas, en 1821, de la Capitanía de Guatemala.
En el lugar además de venerarse a San Sebastián, se rinde culto al Niñito Fundador, un niño Dios traído desde Guanajuato, en donde año con año muchas familias llevan a sus hijos con 40 días de nacido a presentarlo a este santito.
Devotos católicos entregan medallitas y fotografías de sus hijos al Niñito Fundador cuando se hacen los recorridos de turistas y familiares que visitan desde lejos a la ciudad es tradicional llevarlos al Parque de San Sebastián que en realidad se llama Parque de la Corregidora, pero muy pocas personas lo conocen así.
El Calvario, el barrio donde se venera al Cristo crucificado. Se ubica en pleno centro de Comitán y, de acuerdo a estudiosos, la iglesia tiene gran influencia de parroquias de Guatemala.
El templo presenta en su fachada motivos extraídos del repertorio barroco de la Antigua Guatemala, como las bandas en espiral sobre las columnas con vides simbolizando el sacramento de la Eucaristía, y la espadaña adornada con pilastras tipo candelabro.
Esta relación íntima con Guatemala también es patente en el origen de las principales imágenes que se guardan en el altar mayor dentro de un nicho neoclásico de madera.
Estas imágenes a punto estuvieron de ser destruidas en el año de 1934, en la quema de santos. Este barrio por demás pasa desapercibido porque tan sólo 50 metros lo separan del Centro Histórico de Comitán, lo que ha provocado poco interés por los turistas y habitantes de Comitán.