No es solución para el desarrollo del Sureste

El arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, opinó que en Chiapas es necesario diversificar los polos de desarrollo con más inversión al campo, turismo, pesca, al sector pecuario y  no hay que esperar que el proyecto del Tren Maya “sea la varita mágica para el crecimiento económico”.

Lo anterior lo manifestó tras preguntar sobre la importancia que representa para el Sur-Sureste del país el proyecto del Tren Maya impulsado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Sostuvo que hay que esperar y no se puede decir ni sí, ni no, como lo están manifestando algunos grupos que se están oponiendo a la obra del Tren Maya, sobre todo ambientalistas que argumentan un deterioro a la biodiversidad en la región.

“Pues yo creo que tenemos que esperar, en lo personal pienso que sobre todo para  Chiapas hay que diversificar las cosas y hay que apostar por el campo, el turismo, apostar por la pesca”, dijo.

Aunado al tema económico, especialistas han expuesto el impacto ambiental que traería la construcción del tren a las zonas ecológicas donde pasaría esta sistema de transporte que se destinaría a la actividad turística.

Su construcción - mil 520 kilómetros de ruta- implicaría una barrera física dentro del hábitat para especies como el jaguar, alertó en su momento, Franciso Remolina, ex director del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y miembro del Grupo de Expertos para la conservación de los Felinos silvestres de México.

Otro tema importante es la del rechazo que han mostrado ya varias comunidades indígenas al Tren Maya, toda vez que consideran que este proyecto sólo beneficiará a los “pudientes y extranjeros”, no así a los pueblos indígenas.

“Una verdadera consulta para pueblos indígenas como los nuestros tiene que cumplir con los principios rectores siguientes: previa, libre, informada, de buena fe y culturalmente adecuada, tal cual la dispone la ley, nada de lo anterior se cumple”, indican comunidades que integran la agrupación “Unir Fuerzas para la Defensa del Territorio”.

Además en el caso de Chiapas, es un estado competitivo en el sector agropecuario, donde muchos de los alimentos que se producen se van al mercado internacional.

En ese sentido, el arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, señaló que como la mano tiene cinco dedos, no hay que buscar un solo dedo, se tiene que apostar por varios caminos que lleven a un desarrollo integral de México y Chiapas, y confió en que todo se haga con claridad  y honestidad con una participación para beneficio del pueblo.