El representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, mostró su preocupación por la situación migratoria en la frontera sur del país y las estaciones migratorias, por la vulnerabilidad de los extranjeros que buscan refugio en el país al huir de la violencia y la persecución política en sus lugares de origen.
Durante un encuentro con organismos defensores de migrantes establecieron compromisos para construir una agenda común para trabajar con las nuevas autoridades de Chiapas, para atender la problemática del racismo y xenofobia que sufren en su intento por llegar a los Estados Unidos por parte de los cuerpos de seguridad.
Estableció que en la zona existe una crisis de refugiados que “vienen huyendo de la violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, y ahora de manera emergente también en Nicaragua”.
El funcionario de la ONU escuchó los planteamientos de los representantes de los organismos y los “obstáculos y discriminaciones de las que son objeto la población centroamericana establecida en Tapachula, a la hora de acceder a derechos y servicios fundamentales como la atención en salud y la educación”.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Iniciativas para el Desarrollo Humano, Médicos del Mundo, Protection International, el Servicio Jesuita a Refugiados y Una Mano Amiga, participaron en el encuentro en el que se comprometieron a buscar ante los nuevos gobiernos el impulso de políticas públicas de gestión migratoria y protección de personas refugiadas con un enfoque de derechos humanos.