Presas bajo tierra, alternativa para comunidades

Las presas bajo tierra podrían ser una alternativa para solucionar la problemática de la falta de agua en comunidades marginadas de Chiapas, además de que pueden ser aprovechadas también para el sector agrícola y ganadero.

Dentro de este contexto, el experto en Mecánica de Suelos y Geofísica, Miguel Álvarez, director general de este proyecto, expuso que éste consiste en la construcción de barreras impermeables debajo de la tierra con el objetivo de contener el agua subsuperficial que corre diariamente hacia el mar para después colocar un sistema de captación del líquido y aprovecharlo para el uso humano.

En este sentido, aclaró que no se tratan de presas hidroeléctricas sino presas para dotar de agua y su construcción e inversión es 80 por ciento menor que una presa edificada sobre la tierra, un recurso aproximado de más de seis millones de pesos, dependiendo también para el número de beneficiados que se trace el proyecto.

Sostuvo que en la anterior administración no tuvieron éxito al no haber interés por parte de las autoridades gubernamentales para que funcionaran en zonas marginadas, de nueva cuenta se acercaron a Chiapas y presentarán en breve este sistema a un grupo de personas dedicadas a la industria de la banana, productores de frijol y cafetícultores de Tapachula.

Sin embargo, el egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro y de la Universidad de Kioto en Japón, ejemplificó el proyecto que se terminó en noviembre del año pasado en una comunidad Tarahumara en Chihuahua en donde se implementó y está beneficiando a más de 2 mil habitantes y la presa se construyó en un período de tres meses (sin lluvia), situación que se pretende replicar en tierras chiapanecas.

El ingeniero externó que antes de iniciar con la materialización de la presa bajo tierra se debe estudiar y analizar la morfología, geología, mecánica suelos, y topografía con el propósito de ubicar conforme a la metodología de su patente establecer la forma de trabajar y las condiciones sobre todo del procedimiento constructivo.

Sostuvo que el impacto ambiental que tiene este tipo de proyectos es mínimo, ya que se utilizan materiales de la región, quedando la superficie de nueva cuenta como la encontraron, solamente se ve la alteración que se hace dentro del proceso constructivo, es decir, la naturaleza recupera su estatus, la presa queda enterrada y la tierra puede seguir siendo usada sin ningún problema.

Finalmente, Miguel Álvarez dijo que tratan de cubrir las necesidades de la población, principalmente para comunidades que están aisladas y es caro y difícil enviar agua por métodos tradicionales como la perforación de pozos y construcción de presa sobre tierra que dicho sea de paso, ofrecen varias desventajas como la evaporación en un 35 por ciento del líquido, se azolva anualmente y es caro su mantenimiento, lo que no ocurre en una presa bajo tierra, en donde se obtiene una calidad de agua constante, no se contamina, entre otras cosas.