Prevalece la brecha de género en educación

A nivel mundial existe una marcada brecha de género en la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM).

De acuerdo a datos del Banco Mundial, en un estudio realizado en 47 países del mundo, las mujeres de países de ingreso bajo tienen 9 puntos porcentuales menos de probabilidades que los hombres, de matricularse en programas en las categorías de “ingeniería, manufactura y construcción”.

En los países de ingreso mediano y alto, la diferencia aumenta a 15 y 17 puntos porcentuales, respectivamente. Un patrón semejante, pero con brechas más estrechas se observa en las carreras de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC).

De los estudiantes que siguen carreras en el campo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, el 28 por ciento son mujeres y el 72 por ciento son hombres.

Tan sólo el 7 por ciento de las mujeres opta por estudiar ingeniería, manufactura y construcción, en comparación con el 22 por ciento de los hombres.

Por otro lado, en las universidades hay 112 mujeres matriculadas por cada 100 hombres, con una tasa más alta de graduación para ellas. Sin embargo, las mujeres tienen menos probabilidad de obtener un título universitario en campos específicos de la CTIM.

En los países en que las brechas de género en la dotación de recursos humanos y oportunidades económicas por lo general son estrechas, las mujeres tienen menos probabilidades de elegir profesiones en los campos de CTIM.

A nivel mundial, las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de ingresar a la fuerza laboral en los campos de CTIM y mayores posibilidades de salir de ella.

Esto se explica en parte por el hecho de que son menos las mujeres que los hombres que optan por estudiar ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, pero también se debe a la composición de la fuerza de trabajo.

La puesta en marcha del Proyecto de Capital Humano ha impulsado la acción mundial para cerrar las brechas de capital humano, y ha destacado la importancia que tienen las inversiones en los conocimientos, las habilidades y la salud que las personas acumulan durante sus vidas para manifestar su potencial como miembros productivos de la sociedad.

La educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas es crucial, no sólo para satisfacer las necesidades de la futura fuerza de trabajo, sino también para formar investigadores e innovadores que puedan ayudar a resolver desafíos muy dificultosos.

La paridad de género en las tasas de matrícula y de terminación es muy reciente; de modo que la masa de trabajadoras está constituida por mujeres que fueron a la escuela cuando las niñas tenían un menor nivel de escolaridad.

Si bien se han hecho avances importantes, el cambio de perfil de los estudiantes de CTIM y trabajadores en esos campos no sucederá rápidamente, depende de la cantidad y la calidad de la educación.

Los motivos por los que menos mujeres se dedican a campos de CTIM son complejos. Son varios los factores coadyuvantes a nivel del individuo, la comunidad y la sociedad que influyen en la baja participación de las mujeres en campos de estas áreas.

Ellos comprenden actitudes personales frente a las materias relacionadas con dichas áreas, junto con la autonomía y la presencia de redes sociales y sistemas de apoyo, normativas, reglamentaciones, estereotipos y normas que definen las profesiones que son tradicionalmente “de mujeres” o “de hombres”.

Sin duda, queda mucho por hacer para aumentar la representación de las mujeres en los campos de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas que tradicionalmente se han considerado masculinos.

Dos intervenciones “tempranas” que pueden tener un verdadero impacto en la participación de las mujeres, son el aumento de la confianza proporcionando a las niñas y mujeres experiencias en el mundo real mientras cursan sus estudios.

Por otro lado, según el Banco de México, en los 47 países de estudio, en el nivel de la escuela primaria, hay paridad de género tanto en las tasas de matrícula como de terminación.

Surgen brechas de género en varios países de ingreso bajo, principalmente de África al sur del Sahara, mientras que en algunos países de América Latina es menos probable que sean los niños los que asistan a la escuela primaria o la terminen.

No hay diferencias de género en el rendimiento en ciencias en más de la mitad de los 47 países. Las niñas logran calificaciones más altas que los niños en el 26 por ciento.

En la educación de nivel secundario, hay tasas más bajas de matrícula y de terminación, y brechas de ingreso más grandes entre los países, pero las tendencias generales son semejantes.

África al sur del Sahara tiene la brecha de género más grande, ya que el 46 por ciento de los niños termina la enseñanza secundaria sobre el 41 por ciento de las niñas.

Sucede lo contrario en América Latina, donde las niñas tienen 5 puntos porcentuales más de probabilidades que los niños de terminar la enseñanza secundaria.