Recuerdan a activista y defensora indígena
Bety Cariño es recordada a 14 años de su asesinato. CP

Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra, organización ambientalista con sede en San Cristóbal de Las Casas, recordó y pidió justicia por Bety Cariño y Jyri Jaakkola, activistas que fueron asesinados por un grupo paramilitar camino a la comunidad San Juan Copala, en Oaxaca, el 27 de abril de 2010.

“A 14 años de su siembra, la recordamos con cariño y nos inspira a seguir luchando”, fue el mensaje de la organización.

Bety Cariño fue una destacada defensora de la vida y la dignidad de los pueblos indígenas de Oaxaca. Así como fundadora y directora del Centro de Apoyo Comunitario “Trabajando Juntos”, y fundadora de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA).

Alberta Cariño Trujillo, más conocida como Bety Cariño, fue una activista defensora del territorio, del manejo del agua, la soberanía alimentaria y los derechos de los pueblos indígenas.

Cariño era mixteca y una defensora de la soberanía alimentaria, del manejo del agua, la conservación de los suelos y el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas en México.

A los 15 años de edad salió de Chila de las Flores, su pueblo natal, para continuar sus estudios. Cursó la Licenciatura en Educación Primaria en Tehuacán, Puebla, y antes de ser asesinada cursaba la Maestría en Desarrollo Comunitario en el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, en la Sierra Norte de Puebla.

La activista defendía los derechos humanos de las mujeres indígenas, luchó por la ecología, la soberanía alimentaria, contra megaproyectos mineros y de construcción de presas, así como por la autodeterminación de los pueblos.

Además, promovió las radios comunitarias y apoyó al municipio autónomo de San Juan Copala. Desarrolló proyectos de economía solidaria y apoyó la fundación de centros de apoyo para los migrantes. Junto a su esposo, Omar Esparza, fundó el Centro de Apoyo Comunitario “Trabajando Unidos”, asociación civil dedicada a desarrollar proyectos de educación popular alternativos, derechos indígenas y derechos de la mujer.

Fue asesinada el 27 de abril de 2010, cuando un grupo paramilitar emboscó a la caravana en la que viajaba la activista, en su camino a la comunidad indígena autónoma de San Juan Copala.

En la caravana viajaban personas miembros de organizaciones de la sociedad civil, observadores de derechos humanos locales e internacionales, entre ellos, Jyri Jaakkola, un activista de derechos humanos de Finlandia, quien también murió durante el ataque. La intención era llegar a la región triqui de Oaxaca, para brindar ayuda humanitaria.