Voto, luego exijo; un vistazo al proceso electoral 2018

En la sala de sesiones del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), se llevó la presentación del libro Voto, luego exijo, México después de las elecciones de 2018, coordinado por Carlos González; el documento, en 14 reflexiones, muestra un análisis a casi un año de “tsunami electoral” que se vivió el pasado 1 de julio.

Durante el evento, que estuvo moderado por el consejero presidente del IEPC, Oswaldo Chacón Rojas, se informó que este esfuerzo colectivo muestra una mirada de lo que ahora sucede en nuestro país, después de que todas las autoridades asumieron el cargo.

La mayoría de los panelistas que participaron, coincidieron en que el libro permite entender el sistema democrático en México, pero también muestra una exigencia a quienes ya se ostentan en el poder.

Dentro del escrito, dijo Chacón Rojas, se plantearon algunos conceptos relacionados con la insurrección ciudadana, la cual fue plasmada en las urnas (más del 53 por ciento votó a nivel nacional) y que obliga a los analistas a reflexionarlo.

En una primera intervención, Claudia Trujillo Rincón, integrante de la Red Chiapas por la Paridad Efectiva (Repare), consideró, en principio, que se trató de una obra con paridad (con la participación de ocho mujeres y siete hombres) y que muestra una capacidad descriptiva de lo que sucede en estos meses de transición.

Ante los comicios más complejos que se vivieron el pasado 1 de julio, dijo, Voto, luego exijo muestra la posibilidad de identificar si el voto reflejado en las urnas se constituye como el cambio político institucional que se vive a diario, desde el 2 de julio de 2018.

En su reflexión, también mencionó que en las pasadas votaciones se dio paso al voto trans y a la representación indígena; no obstante, la representación no se reflejó en el resultado final del 1 de julio.

En su intervención Emilio Rabasa Gamboa, docente-investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó al libro como de fácil lectura, que reúne a múltiples voces, colores y sabores; invita a la reflexión y tiene varios temas, incluyendo la cultura cívica.

“Es un libro provocador” que estimula el análisis de un evento crucial que ocurrió el año pasado, donde fue fundamental la intervención de la sociedad civil. Retomó el tema indígena que, aunque fue mencionado a nivel nacional, el número de representantes indígenas en la Cámara de Diputados fue insuficiente.