Académicos del Instituto de Antropología e Historia (INAH) señalaron que “debemos darles las gracias a las voces y personas que son Lila Downs y Natalia Lafurcade y a todos los millones de mexicanos que nos ayudaron a preservar y conservar la zona arqueológica de Chichén Itzá, como un bien nacional imprescriptible e inalienable de uso común y dominio público y por lo tanto totalmente fuera de los circuitos comerciales y de los aprovechamientos particulares o de grupo, por estar dedicados al estudio, investigación de las historias truncadas por la conquista española y, que, como pasados que fueron de nuestros antepasados, deben ser respetados”.

Con relación a la asistencia al espectáculo Celebrando a Armando Manzanero, en Chichen Itzá; los académicos del INAH mostraron fotografías de “la escasa asistencia que tuvo Manzanero, en su capricho de cacique, de usar la zona arqueológica de Chichén Itzá para celebrarse, (lo que) da clara cuenta de la ilegalidad e ilegitimidad con la que actuaron la Secretaria de Cultura: Cristina García Cepeda entre otros funcionarios de gobierno”.

Para los investigadores de antropología “estos funcionarios de la complicidad y la impunidad quedaron exhibidos con el actuar de la ciudadanía al dejar las sillas vacías y con lo cual invalidaron los permisos otorgados por los funcionarios venales”.

Los investigadores del INAH señalaron “el actuar nefasto de la corte de declarase incompetentes para contestar una pregunta elemental que tiene que ver con el actuar institucional de ese tribunal de que si las zonas arqueológicas siguen estando fuera de los circuitos comerciales, o los argumentos baladíes que utilizó el juez del tercer tribunal en Mérida para negarnos la suspensión de un evento ilegal e ilegitimo que esta fuera de toda lógica histórica y constitucional”.

Sobre el boicot señalaron: “Gracias a todos y todas los las mexicanas y mayas que se abstuvieron de participar en la comisión de un delito”, en un comunicado dado a conocer en redes sociales.