Conmemoran natalicio de Belisario Domínguez
Belisario Domínguez. Cortesía

“Política de terror, señores senadores, es la que practica don Victoriano Huerta. Su estrecho criterio de viejo soldado no cree que exista alguna otra. Y en razón al modo con que ascendió al poder y los acontecimientos sucedidos en su gobierno, el cerebro de don Victoriano está desequilibrado y su espíritu desorientado… cree que él es el único capaz de gobernar a México y remediar sus males”.

Con este discurso, el político chiapaneco denunció el gobierno ilegítimo y autoritario del General Victoriano Huerta, razón por la que fue aprehendido y asesinado al interior del panteón Xoco.

De acuerdo con la biografía publicada en la página de internet del Senado de la República, Belisario Domínguez nació en Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1863. El doctor fundó el periódico El Vate, en el que publicó artículos contra el presidente Porfirio Díaz y el gobernador porfirista de su entidad, Rafael Pimentel.

En 1909, fue electo presidente municipal de Comitán, y tomó posesión el 1 de enero de 1910. Fue tan importante la obra que realizó al frente del Ayuntamiento, que su fama trascendió a todo el Estado, y pronto fue uno de los más distinguidos políticos.

A principios de 1913 se trasladó a la capital del país con el propósito de que su hijo Ricardo hiciera en México los estudios preparatorios. El doctor se instaló en el Hotel Jardín, en la calle de San Juan de Letrán, y su hijo en una casa de pensión. Ambos fueron testigos de los acontecimientos de la Decena Trágica.

Ante la muerte del senador Leopoldo Gout, el 25 de abril se presentó ante la Cámara Alta del Senado. Con una voz viril e incendiaria, se pronunció sobre el asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez a manos de Victoriano Huerta.

En su discurso repitió varias veces la misma acusación, sin otra idea que sostener con firmeza la verdad. Con los perfiles de un héroe civil y la grandeza de los personajes épicos, dio una gran lección sobre el cumplimiento de los deberes del ciudadano cuando ve en peligro las instituciones políticas de su país.

El 23 de septiembre, en otro discurso incendiario, el doctor volvió a llamar asesino y desequilibrado mental al usurpador Huerta. Este discurso, impreso en una hoja por la señorita María Hernández Zarco, tuvo amplia circulación en el país y alentó a quienes, con las armas en las manos se oponían al régimen espurio.

El 29 de septiembre de 1913 se escuchó el discurso que le costaría la vida. La noche del 7 de octubre fue sacado de su habitación en el hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde se le martirizó y asesinó cruelmente.

Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta sepultaron el cadáver, y hasta después de varias pesquisas de los senadores y los parientes y amigos del doctor, se descubrió la verdad de los hechos.

La muerte del doctor Belisario Domínguez contribuyó a la caída del tirano Huerta. Su ejemplo ha quedado como algo vivo que los mexicanos debemos imitar siempre.

Actividad

Hoy en Comitán de Domínguez se dictará una conferencia sobre este personaje en la Casa Museo Belisario Domínguez, a las 19:00 horas.