Los altos decibeles alcanzados por aparatos de sonido que manejan los anunciantes móviles y comercios establecidos ha llegado a molestar a los habitantes de Reforma, por lo que solicitan a la Dirección de Reglamentos de Servicios Municipales y de Salud la regulación de estos equipos que, durante todo el día generan grave contaminación auditiva.
El día de ayer, comerciantes se inconformaron por el ruido que un supermercado generaba con sus bocinas, durante el pregón de sus ofertas y donde el director de Reglamentos se negaba a actuar.
Los inconformes acusan que desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche el ruido aqueja a la ciudanía, que sufren de altos niveles de estrés por el constante ruido.
Desgraciadamende, expresaron, éste es un mal común en Reforma, donde existe alto grado de contaminación auditiva, derivado de que casi todo los locales comerciales, depósitos cerveceros, restaurantes, bares cantinas, entre otros, abusan de este recurso.
Asimismo, los habitantes sufren por los autoparlantes, en camionetas, que desde las 6 de la mañana, pregonan su venta de gas con música y grabaciones de voz. Pasa lo mismo con camioneta repartidora de agua, el voceador y otros comerciantes.
El día de ayer un grupo de comerciantes se reunió con el director de Reglamentos, Óscar Guerrero Bayones, para obligar al propietario de Super Willi, ubicado en la esquina de Joaquín Miguel Gutiérrez con Benito Juárez a bajar el nivel de volumen de sus bocinas que mantiene durante todo el día.
Tras llegar a un buen acuerdo, los comerciantes regresaron a sus locales, mientras en el lugar donde se anunciaban las ofertas del día, siguió laborando con normalidad pero con menos volumen.