Continúa problema  de desplazados por conflicto territorial

El sacerdote Sebastián López López, párroco de Chalchihuitán, afirmó que a cinco meses de que se agudizó el conflicto por límites territoriales entre los municipios de Chenalhó y Chalchihuitán, todavía quedan varias familias desplazadas de la comunidad Pom, debido a que no han sido reconstruidas sus casas que fueron quemadas y porque todavía se escuchan disparos de arma de fuego por las noches.

En entrevista dijo que los habitantes de Chenalhó están trabajando y cosechando elotes en las tierras en disputa entre ambos municipios, aunque aclaró que en diciembre pasado el Tribunal Agrario otorgó la razón a ese municipio sobre las 364 hectáreas que ambos se pelean desde hace más de 40 años.

Señaló que los pobladores de Chenalhó comenzaron a trabajar las tierras en disputa, “desde que ellos mismos empezaron la balacera para quedarse con los terrenos”.

Recordó que el conflicto se agravó el 18 de octubre pasado cuando fue asesinado a balazos, Samuel Luna, originario de Canalumtic, Chalchihuitán, lo que desembocó en el desplazamiento de más de cinco mil de habitantes de varias comunidades, que regresaron paulatinamente a sus casas a partir de enero pasado.

López López dijo que todavía quedan varias familias desplazadas de comunidades, más no en la cabecera municipal en donde ya todos retornaron.

“El domingo pasé por Pom y vi que hay dos campamentos; la gente no regresa a sus casas porque todavía hay balazos por las noches”, expresó.

“En Pom y Canalumtic fueron quemadas nueve casas y aunque han pedido muchas veces al gobierno que les reconstruya, no les han hecho caso, aparte de que no hay desarme para la gente de Chenalhó”, aseveró el sacerdote perteneciente a la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.

Pidió al gobierno del estado que busque una solución al problema porque el terreno en disputa ya lo está trabajando Chenalhó y ello podría causar más conflictos.