Corría como potro desbocado

Mientras la ciudad capital dormía, él corría con su motocicleta como potro desbocado. Era de madrugada. El hombre no miró el velocímetro, ni su camino. Y se estrelló en el camellón central. Quedó muy lesionado a la altura del mirador Los Amorosos.

Todo es silencio y oscuridad. De vez en vez se oye un débil quejido, cual lamento deseoso de volver el tiempo atrás y no sufrir este accidente ni el dolor que conlleva.

La moto marca Italika de color plata, con número de placas N88NN, del estado de Chiapas, está tirada a un lado del camellón central.

Un hombre está sobre el camellón, mirando al cielo, No hay estrellas. Las luces de las casas, en el valle, simulan pequeñas y lejanas centellas, o cocuyos tímidos.

La patrulla de Tránsito Municipal llega al lugar. El reloj marca la 01:35 horas.

El perito desciende e intenta obtener una respuesta del lesionado. Le pregunta su nombre, cómo fue el accidente, nombre o teléfono de algún familiar. Nada. Sólo quejidos esporádicos.

El golpe y el estado de ebriedad le impiden hablar. De su boca sale sangre y asustado el oficial activa su radio Matra.

Al lugar arribó la unidad PCAC-01 de Protección Civil municipal, al mando de Lizbeth Juárez. Tras valorar al lesionado, lo trasladaron al centro médico Gilberto Gómez Maza.

Mientras la unidad de emergencia se aleja, el perito mira la moto. Al parecer circulaba de oriente a poniente sobre el Libramiento Norte de la capital chiapaneca.

“Qué valor o qué tarugada. Si en juicio, la moto es peligrosa, bolo ni se diga. Solitos buscan su mal”, concluyó el oficial como moraleja.