Crece incertidumbre por socavón en sembradio

El pasado 5 de septiembre, una familia vecina del ejido Roblada Grande fue alertada de que un socavón había aparecido repentinamente en un terreno de una hectárea en el que cultivan maíz.

José Cruz y Elías López Hernández, de 18 y 15 años, hijos de los propietarios quienes cultivan el grano en dicho lugar, no le prestaron mucha atención porque su madre Reynalda Hernández Ruiz estaba enferma y ella era lo más importante en ese momento.

A los pocos días acudieron a su milpa y se llevaron una gran impresión.

El socavón estaba más grande de lo que imaginaron y la profundidad era como del largo de un poste de luz.

La profundidad ha disminuido aproximadamente a 8 metros porque a lo largo de los días han ocurrido aguaceros. Actualmente, tiene de diámetro alrededor de 15 metros, pero continúa ampliándose.

“Lo hicimos del conocimiento del comisariado ejidal el 10 de septiembre y él dio aviso a Protección Civil Municipal que llegó el viernes”, contó doña Reynalda.

Dijo que por temor a que le pase algo malo a sus hijos José y Elías les ha pedido que no lleguen a trabajar por lo que llevan varios días sin hacerlo.

“Los vecinos dicen muchas cosas y a cada rato viene gente a ver. Unos comentan que es algo normal, otros que pudo ser un Ovni o una culebra, pero yo lo único que te puedo decir es que me siento muy triste porque aquí es donde trabaja mi familia y de esto vivimos”, agregó.

Confió que varias personas que tienen plantíos cerca han optado por usar una ruta alterna porque al costado de su propiedad se encuentra un camino que conduce a varios de ellos y tienen miedo que pueda abrirse sorpresivamente.

El pasado fin de semana al ejido Roblada Grande, ubicado en el kilómetro 39 de la carretera Villaflores- Tuxtla Gutiérrez, arribaron muchos curiosos y periodistas, menos Protección Civil del Estado.

La familia afectada pide a Protección Civil Estatal verifique el terreno para saber si podrán seguir dedicándose a la agricultura, actividad de la que dependen económicamente.

El joven José Cruz contó que cuando llegó a ver el agujero se percató de la silueta de un remolino al interior.

“Como si el remolino subió, algo bonito”, agrego al tiempo de asegurar que se siente triste porque su familia vive de la cosecha de maíz y no cuentan con ninguna otra milpa para seguir haciéndolo.

Exigió a Protección Civil del Estado realice un estudio de suelo para saber si el fenómeno podría volver a repetirse en su milpa o en alguna otra propiedad donde haya sembradíos.

“Queremos que nos digan si no va a pasar nada si entramos a laborar en nuestro sembradío o si puede ocurrir algo malo. Tenemos duda si vamos a perder nuestro patrimonio porque el socavón a lo largo sigue creciendo. Pedimos ayuda para saber qué vamos a hacer”, mencionó.

En el ejido los habitantes se encuentran a la expectativa por la aparición del socavón.

Los pobladores más longevos en dicha localidad aseguran que nunca antes había ocurrido tal cosa.

El campesino José Eduardo Hernández, de 27 años, calificó de urgente que las autoridades correspondientes le de la importancia a lo ocurrido.

Sostuvo que varios agricultores se encuentran preocupados porque temen que mientras realizan su jornada laboral pueda abrirse un socavón y alguno quede sepultado.